Mayo 4, 2024

“Estoy en Guadalajara, pero eso no me aleja de Atacama” Entrevista a Víctor Munita Fritis

Por Ernesto González Barnert

 

Es escritor y gestor cultural. Estudió Educación e Historia y Geografía. Es editor y uno de los creadores de la revista cultural TierraCulta, ha sido columnista de The Clinic, Diario Chañarcillo y Diario Atacama. Es miembro de la Sociedad de Escritores de Copiapó.

Ha sido publicado en revistas nacionales e internacionales. Antologado en más de 9 libros en Chile, España, Suecia, Argentina y México. Ha participado en más de veinte ferias del libro en Chile y ha realizado lecturas en Lima, Arequipa, Madrid, Barcelona, Zamora de Michoacán, Guadalajara, Durango, Ciudad de México, Hidalgo, entre otras.

Es ganador de la Beca de Creación Literaria del Fondo del Libro y la Lectura 2018, por su texto inédito “El Libro de Asistencia” y del reconocimiento al mejor libro de poesía de Fútbol 2017 “Zapatitos con Sangre, 66 poetas del fútbol” por el Instituto de Historia y Estadísticas Deportivas, IHE.

Alguno de sus libros son: La Patria Asignada (Ed. Cuarto Propio) Poesía, 2010. El Libro de las Revelaciones (Ediciones Cinosargo) Poesía. 2011. Antecedentes Mineros para El Estudio de la Hist. de Atacama (Ed. 7) Historia, 2012. En Guerra con Chile (Cinosargo Ediciones) Poesía, 2013. Yo, entre todas las mujeres (Emergencia Narrativa) Poesía, 2013. Poemas de Estado (Recta Provincia), Poesía, 2016. Zapatitos con Sangre, 66 poetas del Fútbol (Cuarto Propio), 2017. CiudadMemoria (AtacamaBooks.cl), Relatos, 2017. No se descarta intervención de terceros (AtacamaBooks.cl), Poesía, 2018. Inventario (Mago Editores) Poesía, 2019.

 

–¿Cómo es escribir y hacer literatura desde la Provincia, específicamente desde Copiapó? Aunque ahora estás radicado en México, Guadalajara.

En términos macros y del concepto, me parece que no hay diferencia en hacer literatura desde una provincia, históricamente la mayoría de las y los poetas chilenos con trascendencia son de provincia, pero también gran parte han tenido que movilizarse a la zona centro del país (Santiago) para tener mayor cercanía con la academia, la crítica, a otros diálogos o una mayor cantidad de lecturas que permitan ir escuchando a otros y a otras, o simplemente estar en la lógica del evento por el evento, en el aspecto efectista, en ese que muchos se pierden un poco, la idea es siempre un equilibrio entre el evento y un buen trabajo literario o por lo menos el deseo de que así sea. Si lo vemos desde el lado social y político, hacer literatura desde la provincia tienen sus pro y contras; por ejemplo, su pro es que mediante la literatura que se genera en regiones se provoca mayor identidad, apego con el territorio, sirve para dar soporte a otras acciones como la construcción de un imaginario que va desde lo particular a lo general, como concepto de los Annales franceses de la historia, o sea un supuesto legendario, mítico o real local que permite la construcción de una nación y una rica movilidad identitaria.

Ahora, desde Copiapó hoy se está haciendo muy buena poesía y nombro a poetas como Fernando Rivera, Gabriel Ocaranza, Eliana Hertstein, Vicente Rivera, Juan Santander, (este último tienen una profunda cercanía con la zona, porque se identifica con la zona, aunque esté en Santiago), Pablo Orellana en Caldera, David Ortiz, Manuel Ormazábal, pero también hay personas que están trabajando la literatura, como arte de expresión escrita, desde otras áreas del arte como Luis Albornoz en la magia, plena expresión escénica; Alejandro “chato” Moreno desde el teatro y el cine, Dubi Cano y Yerko Ravlic en el panorama audiovisual, entre otros y otras.

Ahora bien, estoy en Guadalajara, pero eso no me aleja de Atacama, tengo proyectos en el ámbito de la escritura y los libros muy arraigados. Creo que puedo hacer más por mi zona estando fuera que en la ciudad misma ciudad, siento un compromiso con generar espacios para otros y otras, espacios que cuando fui chico, no me dieron y esos actos hay que subvertirlos cuando se tiene la oportunidad o la convicción.

En Copiapó falta muchísimo en materia educativa, no hay carreras de literatura, las humanidades hacen pedagogía y no es suficiente en materia del desarrollo del pensamiento; no hay carreras de arte, ni de historia; hay un rollo muy fuerte con el regionalismo, muchas veces se cree que todo lo que se hace está bien, pero lo que hace falta enérgicamente es que se genere pensamiento crítico regional, pero también Atacama es una valiosa oportunidad para hacer todo, el recurso humano está. En mi caso me permite escribir poesía, notas de actualidad, historia, mantener una revista, guiones, etc.

Lo más importante eso sí, es que uno debe situarse en la lengua y el lenguaje, ese es el único territorio habitable para alguien que escribe, todo lo otro son espacios y objetos que sirven para imaginar y dar forma a algo.

¿Qué significa para ti cada uno de los poemarios que has publicado? ¿Tienes uno preferido?

Significan mucho, porque mi formación ha sido autodidacta y con los que había en la zona, yo no pude estudiar en Valparaíso, Santiago, La Serena o Concepción como la mayoría de los otros escritores que estudiaron arte, filosofía, literatura, historia, periodismo, etc. No lo digo desde el resentimiento, lo digo desde las diversas oportunidades y opciones en la vida. Por lo tanto para mi cada libro es una etapa de aprendizaje, una relación con un taller o libro, conocer autores, parte del fin de un camino, pero no el fin en su totalidad; porque si fuera el fin en su totalidad, tendría que tener uno preferido y en realidad no hay ninguno que sea preferido, porque eso me imposibilitaría reeditar y reescribir todos los libros como lo estoy haciendo, me gusta ese desapego con mi escritura (de una época anterior) y mirarlos como algo que se puede mejorar, reescribir, repensar y recapacitar con la coherencia de los tiempos actuales, con lo aprendido; creo que eso me hace vivir más aterrizado, más cercano a lo cotidiano, aguantando el peso del ego que se abulta con los primeros libros.

–¿Qué significa para ti escribir poesía en estos días de pandemia, estallido social, apruebo?

En realidad, he escrito muy poco sobre pandemia, estallido social o el apruebo…más bien he estado haciendo anotaciones de algunas cosas ocurridas en la provincia o los sectores más lejanos a las capitales regionales y al mismo Santiago. He participado en algunos festivales o lecturas por zoom, pero luego me aburrí un poco, voy cuando me lo pide algún amigo o amiga, pero me da un poco de vergüenza estar en tanto evento que habla de pandemia, estallido leyendo un poema, prefiero utilizar ese tiempo y describir momentos que con los años me servirán para retratar un proceso que claramente se transformará en un hito. No me siento en un papel reaccionario de estos momentos históricos, me da pudor, prefiero hacer anotaciones, para un futuro texto mío o de otro, si es que estos sirven de algo; me gusta pensar estas anotaciones en el marco del verso de Juan Ramón Jiménez que dice “El poeta no es un filósofo, es un clarividente”.

–¿Cómo es tu relación con la obra nerudiana?

La obra nerudiana, tiene un sentido bien especial, porque me lleva a un lugar y a una persona que es mi hermana Viviana. Ella me llevaba cuando era niño a la biblioteca de la Universidad de Atacama a revisar la obra de Neruda y Mistral y así comenzó mi cercanía con la poesía de Neruda. Mi hermana solicitaba por varios días los libros en la biblioteca y me los llevaba a casa… Leí sus poemas. Ahora, estos últimos años tiene que ver más con asuntos históricos como por ejemplo su relación con David Alfaro Siqueiros y sus peleas con Octavio Paz que tenido que leer para mi reciente libro “México, paisaje de Copiapó” en donde también aparece su trabajo como cónsul en México y trato con Luis Enrique Délano.

–¿Un poema o verso que te acompañe como mantra en estos días?

Hay dos versos que desde un tiempo me suenan mucho, uno es del mexicano Rubén Medina y el otro es de Roberto Bolaño.

El primero dice: “adiós poetas ganapremios/ adiós poetas/ public relations/ adiós poetas anti-perros/ adiós poetas vedette/ poetas celebrities / La poesía siempre está en otra parte” y el segundo comenta en una entrevista “Este es un oficio de canallas y tontos, canallas haciendo todo por perdurar y tontos que creen que van a perdurar”

De alguna manera estos versos y comentarios me han servido para mantener un equilibrio.

–¿Qué poema tuyo leerías hoy a propósito del difícil momento que atravesamos como país en una sala de clases o cárcel llena de detenidos políticos por el estallido social?

Poemas del libro “Yo entre todas las mujeres” que habla de la Virgen María aburrida de su vida que ahora reedita Mago Editores y donde hablo del rol de una madre que le enseña todo a su hijo (Jesús) para ser el revolucionario que es; pero también leería poemas de “El Libro de Asistencia” que habla de la rutinaria y poco reconocida vida de ciertos funcionarios públicos; y poemas de un libro antiguo llamado “La Patria Asignada”, que publicó Cuarto Propio el 2009 en donde se dice mucho sobre los niños y niñas en los 80 y 90 en la provincia chilena.

–¿Cómo ves el panorama poético actual? ¿Qué voces nos recomiendas leer de la poesía viva?

Hay gente haciendo una poesía notable, gente generosa como los muchachos de Unibicalistas comandados por Rodrigo Arroyo, la gente de Chillán como Edgar Utreras, tu trabajo de entrevistas es muy importante, la actividad cultural de Pto. Montt y Valdivia es interesante, lo que hacer Cristóbal Gaete por la literatura chilena es genial, Matías Ávalos, Damaris Calderón, Luis Seguel en Arica, entre tantas y tantos; pero también veo que hay muchos en donde es más importante la imagen que la escritura -sea buena o mala- parece más potente mostrarse en “Asia” que hacer o intentar hacer una escritura maciza y una obra sólida aunque esta se demore…Se habla de capitalismo y se usa la poesía y el ambiente literario solo para ganar un poquito de poder o creer que es así y lo peor de todo que se ocupa mal el poder, ojalá se ocupara para ir en contra del poder real como lo hicieron ciertos movimientos de los años 80… Se ocupa muchas veces la poesía como movilizador social y no es tan así, como si con esto a uno le fuera a pagar la cuenta de la luz o el médico lo atenderá gratis, la poesía está en otras cosas, en otra parte “me comprendes Méndez o me explico Federico Engels…”

Lo que si me gustaría es que se hicieran las dos cosas a la vez apariciones y obra poderosa, pero el capitalismo todo lo consume y hace que todo debe ser inmediato, rápido en cuanto a las creaciones, lo importante es darse cuenta, que hay que vivir el proceso del modo histórico. Por ejemplo vi en la FIL de Guadalajara a menos de un mes, libros que hablaban de estallido social chileno, me daba un poco de pudor… Ahora, esto no tiene que ver con los tiempos de publicación, si se hace una o dos veces por año está bien también, cada uno tiene sus tiempos creativos y son sumamente respetables para mí. Tampoco tiene que ver con el tan vilipendiado autobombo, porque si no te pescan en la zona central, es obvio que los que se quedan en provincia deben publicitar su trabajo literario y generalmente lo hacen cuando tienen algo que mostrar y eso es bueno.

En materia de recomendaciones, creo que se debe leer a Fernando Rivera Lutz, Carlos Cardani, Felipe Moncada, Jorge Polanco, Juan Santander, Natalia Figueroa, Cristián Geisse Navarro, Elvira Hernández, Nibaldo Acero, Carlos Cociña, Héctor Hernández, Ashle Ozuljevic, Héctor Monsalve, Jaime Huenún, David Ortiz, juan Carreño, Daniel rojas Pachas, Vícente Rivera, Jaime Pinos, Gladys González, Carlos Henrickson, Camilo Brodsky, Americo Reyes…lean a todos y a todas en sí…

–¿Cuál fue el mejor consejo que te dieron como poeta?

Que la crítica mala había que masticarla y escupirla, y la buena hacer lo mismo, pero que ambas uno debía saborearlas solo un poco…

–¿Si nos pudieras nombrar algunos de esos libros que te marcaron, te hicieron el hombre de letras que eres? ¿Qué les guardas especial cariño y devoción?

Dominios Perdidos de Jorge Teillier, Naciste Pintada de Carmen Berenguer, Antología Poética hecha por Solimán Salóm de Nazím Hikmet, Maremoto de Pablo Neruda, La Universidad Desconocida de Roberto Bolaño, Cartas de Prisionero de Floridor Pérez, Purgatorio de Raúl Zurita, Playas de fuego de Barbara Délano, Azul de Rubén Darío, Poemas para combatir la calvicie de Nicanor Parra, la poesía visual de Guillermo Deisler. En sí, a mí me gusta la historia y la geografía, creo que me da un panorama mayor y amplio para la poesía.

–¿Qué poetas, músicos, películas o series, artistas, te sedujeron intelectualmente esta temporada?

Una película del 2016 llamada El Ciudadano Ilustre, que hizo Gastón Duprat; La Balada de Buster Scruggs que son una serie de historias basadas en tiempos de la fiebre del oro de California y en cine western norteamericano. Como escritores y escritoras creo que leer a Guadalupe Nettel, Natalia Berbelagua ha sido más que interesante y deslumbrante ha sido Mario Bellatin.

 

–¿Qué derecho o deber te gustaría consagrara la nueva constitución a propósito de tus estudios en el área de la literatura?

Mayor oportunidad para las provincias en materia de educación artística, creo que no es justo que la gente más joven se quede sin opciones de especialización en el arte, porque no hay centros de educación de calidad o derechamente no hay lugares en donde obtener una formación en literatura, teatro, cine, etc. No sé si se podrá, pero el desarrollo de imprentas y editoriales estatales en regiones o en la nueva forma de separación geográfica que tenga el país en el futuro.

 

–¿Qué libros o investigaciones estás llevando a cabo estos días?

Sobre investigaciones, concluí una que se llama “México, Paisaje de Copiapó” la que trata sobre la relación histórica del ex presidente mexicano Benito Juárez y el pueblo de Copiapó en el siglo XIX y sobre un mural llamado Paisaje de Copiapó pintado por David Alfaro Siqueiros, además de una escuela primaria llamada Copiapó inaugurada por Salvador Allende en Iztapalapa, México. Es un libro que me costó mucho hacer, tiene 300 páginas y un sin número de historias rarísimas de la relación entre Atacama y el continente americano, en especial México.

Ahora estoy haciendo un libro de crónicas que hablan de Atacama, llamado “Zona de Sacrificios”, también terminando un libro de historia del siglo XIX de Carlos María Sayago el que reescribí para que sea más fácil su lectura, además es bilingüe, se llama “Historia de Copiapó”. Además se viene la reedición del libro “Yo, entre todas las mujeres” con Mago Editores y escribiendo para www.revistatierraculta.cl, diario Atacama y una mini participación en un programa de la radio DK1480 de Guadalajara, en la que cuento historias raras del continente, sección que llamé “Esta es otra historia”.

 

–¿Un libro que nunca terminaste de leer?

Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, El viejo y el mar de Ernest Hemingway y Hojas de Hierba de Walt Whitman y eso que me los han regalado varias veces y nunca logro terminar estos…también otros de poesía, pero esos se van leyendo poco a poco y parecen ser lecturas de largo aliento.

 

–Qué es lo que más y menos te gusta de tu paso por Guadalajara?

Me gusta que es muy entretenido, que hay diversos grupos literarios y cada uno con grandes y pequeñas diferencias con otros y eso es entretenido de ver, oír y registra esa información, se me hace entretenido oír las diferencias y estar desde lejos como un espectador de todo… Además, hay muy buenos escritores y escritoras, gente realmente notable al igual que CDMX, Hidalgo y Durango donde más he habitado… Guadalajara es una ciudad gigante, pero aun con esa forma provinciana de vivir, lo que me gusta mucho. Lo que menos me gusta es que logro hacer muy poco en el día, se vive muy vertiginosamente y yo que vengo de una ciudad muy chica, me ha costado acostumbrarme, aunque llevo poco tiempo en estas tierras.

 

–Qué escritores de México te han llamado la atención?

El primero es el poeta Rubén Medina a quien tengo el gusto de conocer, lo admiro profundamente junto a Luis Armenta Malpica; a Atenea Cruz, quien es una tremenda narradora de Durango al igual que Liliana Blum; Guadalupe Nettel, Victoria García Jolly, al narrador Jaime Muñoz Vargas, Abigail Miranda, Mario Bellatín; a los poetas Oswaldo Gianelli, Alejandro Tarrab, Gustavo Íñiguez, Emiliano Aréstigui, Jorge Souza, Xel-Ha López Méndez, Mónica Licea, Alejandro Guerrero Yañez, Alejandra Estrada, Odette Alonso, José Ángel Leyva, Carlos Yescas, Samir Delgado, Edgardo Mantra, Ramón Ayala, Andrés Cisneros de la Cruz, America Femat, Ulises Paniagua, Ingrid Bringas, Patricia Velasco, Roberto Reséndiz, Manuel de J. Jiménez, Brenda Ríos, Clyo Mendoza, , entre tantas y tantos…es que son muchas y muchos que en este rato se me escapan y son notables, pero hay de todo igual, como en todas partes. También he conocido a poetas de Colombia, Cuba, Argentina, Guatemala y E.E.U.U.

Pero creo que Rubén Medina, Luis Armenta Malpica, Odette Alonso y Brenda Ríos en poesía me han gustado más y de los narradores Jaime Muñoz Vargas, Liliana Blum, Atenea Cruz y Victoria García Jolly son muy interesantes, porque no solo escriben, también abren caminos a otras y otros de México mediante su gestión cultural, es gente generosa y no a todos conozco en persona, algunos he visto leer en vivo, a otros los leo constantemente.

También me he hipnotizado con los historiadores como Jesús García, Armando Escandón, Rafael Chávez que están haciendo una nueva historia en México y es notable.

 

 

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