Septiembre 21, 2024

La amante inconclusa. Cartas de amor de Maruca Hagenaar a Joaquín Edwards Bello

 

El nuevo libro de Bernardo Reyes

 

Hablamos brevemente con Bernardo Reyes, escritor, poeta, sobrino nieto del poeta Pablo Neruda y destacado ensayista e investigador en relación a la vida y obra del poeta nobel, sobre una de sus últimas publicaciones: La amante inconclusa. Cartas de amor de Maruca Hagenaar a Joaquín Edwards Bello (RIL, 2021), donde explora la vida de Maruca Hagenaar, primera mujer de Pablo Neruda, y la correspondencia amorosa que ésta tuvo con otro escritor Joaquín Edwards Bello. Darío Oses, escritor, sostiene: “Esta es una biografía, breve pero contundente. La escribió un hombre y entrega una perspectiva verdaderamente feminista de la vida de María Antonia Hagenaar que, solo por haber sido la primera mujer de Pablo Neruda, ha pasado a ser considerada como una especie de apéndice del poeta. Pero este libro muestra que ella fue mucho más que la esposa de aquella unión. Por el contrario, tuvo su propia vida, sus amores y tragedias familiares, vinculadas con la tormentosa historia del siglo XX”.

Por Ernesto González Barnert

 

–A propósito de tu nuevo libro La amante inconclusa, ¿Por qué crees sigue siendo interesante la vida y obra del poeta Pablo Neruda, entre académicos, poetas y el pueblo, a pesar incluso de medios empeñados en torcer la verdad sobre su vida para desprestigiarlo o de lecturas someras de su vida?

—Habría que partir por establecer que la historia de los detractores de Neruda es de larga data. El erudito escritor Ricardo Paseyro fue uno de tantos profesionales del antinerudismo, que con mayores o menores fundamentos han buscado lucimientos. Entre los ejemplos notables habría que agregar a Jorge Guillén, uno de los firmantes de la ominosa carta abierta de los cubanos que en 1966 censuraba la visita que Neruda hiciera al PEN Club internacional en Nueva York (https://www.neruda.uchile.cl/critica/cartaabierta.html). Hago notar el ejemplo porque entre Neruda y Guillén existía una gran amistad, gran cantidad de fotografías tanto en Cuba como en Chile de los momentos y actos compartidos lo prueban, también correspondencia con Laura Reyes, hermana del poeta. Hace algunos años conocí en Temuco al destacado hispanista Italiano Dario Puccini, amigo y traductor de toda la obra de Neruda, de Guillén, de Aleixandre, de Marcos Ana y Octavio Paz. Puccini, frente a las olas de Puerto Saavedra nos confesó que Guillén había firmado esa carta por celos, por envidia. Por supuesto después que el propio poeta cubano en alguna ocasión se lo contara.

Todo esto ha ido evolucionando hasta estos días en que cualquier ocioso replica, inventa o dice cualquier disparate y es reproducido al instante por las redes de internet. Hay una frase de Humberto Eco que define mejor que nadie el fenómeno: “las redes sociales le dan de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban en solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”.
Y quizás sea por entender estos entresijos de la condición humana que he centrado la atención en los personajes secundarios de la biografía nerudiana, que justamente nos otorgan una perspectiva más objetiva del personaje, del ser. Del poeta que permeó toda la poesía del siglo pasado y actual.

–¿Cómo fue el proceso de este libro?

—Como decía, siempre centré mi atención sobre los personajes secundarios en todos los libros que tienen relación con el poeta. En este caso ya había averiguado bastante de la biografía de Maruca Hagenaar cuando escribí “El enigma de Malva Marina, la hija de P. Neruda”, y fue Pedro Pablo Zegers, Director de la Biblioteca Nacional, que hace mucho años me mostró estas cartas para que hiciera una especie de prólogo. De eso pasaron como diez años. Pero fue cuando tradujimos las cartas, que nos dimos cuenta que el personaje creado por la prensa, y centralmente por dos novelistas holandesas, era completamente diferente. Se puede tener todo el derecho creativo para ficcionar sobre hechos determinados, pero hay una distancia grande contar como verdad lo que era una mera ficción. Y esta “verdad”, de la mujer y la hija abandonada, es la que ha sido promovida en todo el mundo, sin detenerse un segundo para estudiar la verosimilitud de algunas afirmaciones. La manida historia de la mujer abandonada, utilizada como emblema del abuso patriarcal, desaparece por completo, y nos otorga una mirada sobre una época en que se escribe quizás la obra más fundamental de Neruda, “Residencia en la Tierra”.

–¿Qué fue lo que más te sorprendió en esta investigación?

—Me sorprendió la pasión y determinación de una mujer que se las arregló para mantener su vida privada oculta. Naturalmente sin ninguna posibilidad que existiera algún grado de afinidad con el poeta.

–Y para finalizar ¿Dónde se presentará y cuándo desembarcará en librerías?

Ya debe estar en librerías. Y en cuanto a presentación, ignoro y me asusta estos nuevos artilugios de hablarle a un grupo de gente que no siento respirar.

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