Noviembre 24, 2024

Un viaje por la poesía de Jaime Quezada

Siete poemas de Jaime Quezada

 

Poeta, ensayista y crítico literario, nació en 1942 en la ciudad de Los Ángeles, Región de Biobío. Su vasta obra comprende sendos estudios literarios sobre diversos autores como Gabriela Mistral, Roberto Bolaño o Jorge Teillier, etc. Libros de su autoría poética publicados en Chile y el extranjero. La formación de innumerables camadas de poetas en los talleres y encuentros que ha guiado, en especial el Taller de la Fundación Pablo Neruda que codirigió desde 1988 al 2020. Un poeta que ha sido puente de encuentro entre las voces del siglo XX y XXI, no solo chilenas sino latinoamericanas, con innumerables premios y reconocimientos en su trayectoria.

 

SIN CORONA DE ESPINAS SIN CORONA DE ROSAS

 

Escribo para un futuro que fue ayer

Año de 2033 ¿O treintaitrés?

Cuando mi voz tenía el sonido de una sirena de alarma

y/o el lenguaje bursátil

Y nadie se atrevía a levantar su rama de olivo

porque era una rama de olivo

Y un cristo cotidiano (y no un Dios) era el hombre

Sin corona de espinas sin corona de rosas

Celebrando la derrota del becerro de oro

a los pies de su becerra de plata

Llorando por el triunfo de la resurrección

de su tátarahermano

Y el carbono 14 irradiando a kilómetros luz

su adjetivo hueso muerto

Como la palabra Dios en una película muda

(Aunque todo el universo era Dios).

 

 

(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985)

 

TEMPRANÍA

 

Yo era un niño sentado en una sillita de paja

en medio del jardín

Se reían de mi baba

Me tiraban piedras y manzanas

Devolvía yo las piedras

Y me comía las manzanas

 

Después fui un muchacho lleno de sueños proféticos

 

Ahora me siento diariamente a la cabecera de la mesa

En una silla eléctrica

Pidiendo a gritos que me tiren piedras y manzanas.

 

(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985)

 

 

ASÍ DE COSAS DE ARRIBA COMO DE ABAJO

 

Parece que suena un teléfono en medio del campo

O un eco de montaña en la ciudad muerta:

Escucho clarito que alguien me llama por mi nombre

Subo al techo de una casa antigua

Y sólo quiebro tejas

A un árbol frutal de un patio vecino

Y tres veces un centinela pregunta quién vive

Al último peldaño de una escala telescópica

Y hay llamas como de incendio

A la terraza de un edificio de veinticinco pisos

Y una paloma está muerta si de esmog si de pólvora

Al punto más alto de la cordillera de Nahuelbuta

Y veo nubes puras nubes

 

No encuentro huella alguna

Tengo hambre

Tengo sed

Quiero por fin subir a un madero en un camino rural

Y el madero está ocupado por un hombre moribundo

No vuela un pájaro

Me siento más solo que nunca

No sé de veras qué hacer:

¿No me llamaba alguien hace un rato por mi nombre?

Formo corneta con mis manos

Saco pañuelos

Grito a todo pulmón mi santo y seña

mi estatura mis brazos abiertos

Y me voy sin esperanza a un establo cercano

 

Hago fuego

Ordeño una vaca

Me siento a ras de suelo a beber un poco de leche

De mi barba cae un pelo (igual

como cae de un ciruelo una hoja) a la jarra caliente

Y el pelo es en la leche un rayo de sol.

 

(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985)

 

 

EL AMOR SE BURLA DEL FIN DEL MUNDO

 

Ahora que la joven Edith Piaf canta

una vieja canción de amor

Pienso en un viaje

que realizaré en un siglo venidero

Cuando toda la tierra sea de seguro esa canción

Y nadie ya me recuerde ni siquiera me busque

 

El día de ese siglo

los claustros a la par que los burdeles

las metrópolis al igual que las aldeas

Serán consumidas por esa canción de amor

Y yo andaré a la manera del pecado original

Burlándome del fin del mundo

Porque sólo el amor (en una canción de Edith Piaf)

puede burlarse del fin del mundo.

 

(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985).

 

 

YO JUAN LLAMADO DE LA CRUZ

 

En los campos de la prisión de Toledo

Yo Juan llamado de la Cruz

Me pasé los días dando de comer hierbas a los asnos

(Si los asnos rechazaban las hierbas

era señal de hierbas venenosas)

No me daban siquiera un plato de lentejas

Tan flaco estaba que caminaba por el aire

Tocaba a Dios con los pies y con las manos

Comía sólo las hierbas que los asnos comían

Y no era ningún asno

Aunque me encerraban como un asno en una celda

A latigazo limpio echando afuera mis demonios:

Nada y nada hasta dar un pellejo y otro por mi Amado

Rebelde desobediente contumaz me gritaban

mis guardianes únicos demonios

 

No pudieron aplicarme la ley de la fuga

(Que muchas ganas al parecer tenían)

Yo mismo me fugué por mis propios medios de la cárcel

Sin traje de soldado sin traje de travestista

Con mi pobre sayal de arpillera de Almodóvar del Campo

Y como caminaba por el aire no dejé huella alguna

A no ser mi amor de Dios flotando en ese aire.

 

(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985).

 

 

TABLA DE ASTRONOMÍA  O PEQUEÑA HISTORIA CHILENA DEL COMETA HALLEY

 

En el verano de 1910 el cometa Halley

apareció en los cielos de Chile

Ese mismo año murió el presidente Pedro Montt

En 1758 hubo una lluvia de aerolitos

Y piedras de fuego quemaron los muchos bosques

del verde territorio

También una sequía en 1834

Y una plaga de ratas y ratones asoló campos y graneros

al igual que en el verano de 1986

Sólo que ahora incluyendo cárceles secretas

cuarteles estadios de fútbol conventos y ciudades

(Y la muerte del presidente)

 

En el año de 2062 el cometa Halley

aparecerá otra vez en los cielos de Chile

Para entonces yo Jaime Quezada

sobreviviente chozno de tanta historia

Estaré a la sombra de una nube atómica

Rascándome con una teja en medio de la ceniza

O muy sentado en una mecedora silla de neutrones

A la sombra de un nuevo manzano en flor

Recordando la infancia de mi padre

Cuando se hacía retratar bajando de un caballo en 1910.

 

(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985).

 

 

SOLITARIO

 

Alguien toca los vidrios de la ventana

Yo estoy desnudo escribiendo una carta

A un amigo muerto hace un montón de años

Me asomo a la ventana y no hay nadie

Sólo un gato camina por el muro vecino

Debe ser el viento digo

Vuelvo a sentarme a la máquina

Alguien ha borrado lo que yo había escrito

Se nota claramente que lo han borrado

Quién diablos ha hecho esto

Abro el closet

Busco debajo de la cama

Muevo la mesa

Debo estar viendo visiones

Hace tres días que no como

Empiezo de nuevo a escribir la carta

Le cuento lo difícil que está la vida

Que sería bueno pensar en un viaje

Ahora mueven la puerta

Alguien da golpes con la aldaba

Pregunto que quién es

Nadie responde

Mi cuerpo se pone carne de gallina

Disimulo tener valor y abro la puerta

Adelante digo bondadosamente

No entra nadie

Debo estar loco

Estoy perdiendo el juicio

Me hace falta una mujer

Haré pedazos esta carta

Retiro el papel de la máquina

Apago la luz

Dudo si masturbarme o rezar

En ese momento me acuerdo de una película en la T.V.

Enciendo el televisor

Mañana escribiré la carta.

 

(Astrolabio. Ed. Nascimento, Santiago, 1976).

 

*

 

“La poesía es acto de legítima defensa contra los vivires o desvivires de este mundo”.

Entrevista a Jaime Quezada.

 

https://cultura.fundacionneruda.org/2020/05/21/la-poesia-es-acto-de-legitima-defensa-contra-los-vivires-o-desvivires-de-este-mundo-entrevista-a-jaime-quezada/

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