Noviembre 7, 2024

Te invitamos a conocer un poco de la Casa Museo Isla negra de Pablo Neruda

 

 

Pablo Neruda compró la propiedad de Isla Negra a fines de los años ’30, lugar al que llegó acompañado de su segunda esposa, la argentina Delia del Carril. Con su reconocido talento para descubrir cosas y lugares, el poeta visionario supo que ese era el lugar donde no solo terminaría de construir la casa que quería, además dispuso que ahí fueran enterrados sus restos.

Con el tiempo, la pequeña casa original fue creciendo y abrió espacio para emplazar varias de las colecciones más famosas que conocemos: enormes mascarones de proa, caracolas, insectos, pequeños barcos encerrados en botellas, máscaras, botellas y un sinnúmero de objetos curiosos –sus juguetes, como los llamaba- que día a día despiertan la admiración de las más de 120.000 personas que la visitan anualmente. En particular, una gran máquina agrícola instalada en el jardín del frente, “El Locomóvil” con sus colores negro, rojo y verde, confirma lo que escribe cuando dice: “Amo todas las cosas, no solo las supremas, sino las infinitamente chicas”.

En la casa de Isla Negra, el poeta escribió gran parte de su obra e hizo del lugar uno de sus favoritos para pasar largas temporadas recibiendo la visita permanente de amigos, intelectuales, artistas y políticos. Luego de su separación de Delia del Carril, Neruda se casará con la que será su tercera mujer, Matilde Urrutia. Ella lo acompañará hasta su muerte en 1973, unos días apenas después del Golpe Militar. Con ella abandona el lugar que había sido tan significativo para su vida y su obra.

Hoy, en Isla Negra, tal como lo pidió, su cuerpo y el de Matilde descansan frente al mar.

 

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