Por Ernesto González Barnert
Conversamos con la documentalista, comunicadora, cantante y artista argentina, Lucía Molinari Rojo, por Corresponsales, segunda entrega documental sobre el Festival de Poesía A Cielo Abierto de la Fundación Pablo Neruda filmado durante el estallido del 2018 en Valparaíso, La Sebastiana y recién estrenado:
Un material que toma pulso al momento, a las búsquedas poéticas que se entrelazan, a la belleza descarnada del puerto y a la manera en que Lucía recoge y toma ese lírico corazón de los poetas dentro de una visualidad situada en el ojo de la tormenta.
—En el documental Palabras desde el Mar, donde trabajaste sobre el Festival de Poesía «A Cielo Abierto» y Valparaíso, estuviste más de 20 días filmando. Cómo fue el proceso de este nuevo trabajo Corresponsales.
—En ambos trabajos nada fue como lo pensé desde un comienzo. Eso fue lo que tuvieron en común estos dos documentales.
El proceso creativo entre uno y otro fue muy distinto. Y son dos documentales muy diferentes también.
Cuando pensé en la realización de Palabras desde el mar, si bien eso que yo había imaginado se fue transformando y fue creciendo, yo ya pensaba en un documental. Con el formato que fuera. Pero si, había una idea de documentar ese «evento» significante de muchas cosas, tal como profundizamos en la anterior entrevista que me hiciste.
Con Corresponsales en principio mi asistencia al Festival iba a ser simplemente eso; la visita al Festival y el disfrute de las actividades. En el camino sobrevino el Estallido Social y eso incluso llegó a hacerme dudar de viajar a Chile para asistir. Finalmente y solo un par de días antes de mi vuelo decidí ir. Y estando allá, con las actividades que se fueron adaptando por la coyuntura me pareció que era urgente registrar como se pudiera ese espacio y experiencia.
Además, en la primera jornada de reflexión y lectura en La Sebastiana, algo se rompió en mi cámara réflex, que era con lo que estaba registrando, y las imágenes eran casi imposibles de ver por la oscuridad que tenían. Estaba todo Valparaíso cerrado y en medio de una batalla campal, para lo cual tampoco pude barajar la posibilidad de arreglar la cámara.
En ese momento ni siquiera sabía que iba a poder recuperar de ese material.
Esto lo hablamos en la anterior entrevista, y lo vuelvo a confirmar: Creo en la importancia de hacer con lo que se tiene lo que se pueda, porque el modo en que se “revelan” las cosas en estos procesos, por lo menos en mi experiencia nunca se conoce de antemano…
Concretamente me dediqué a registrar las actividades y hacer dos preguntas muy simples a los distintos participantes que quisieran responderme: Saber quiénes eran, qué hacían en el Festival y por otra parte conocer lo que cada uno creyera sobre el o los sentidos de llevar a cabo el Festival en medio del estallido.
—Cuál es tu mirada hoy de Corresponsales en relación al trabajo anterior y tu propia búsqueda artística y ética? ¿Qué comenzaste buscando y terminaste encontrando?
Durante la edición y montaje del cortometraje Corresponsales se fue delineando una continuidad de lo conversado con Sergio Muñoz Arriagada en Palabras desde el mar. Porque en realidad el Festival que ya lleva diez años, es en alguna medida una invitación (al igual que la poesía, creo) a ponernos en contacto con la memoria, con cosas que no vemos y que en 2019 se hicieron presentes– «de golpe»- en el estallido.
Como te contaba en la anterior entrevista, eso que en un principio me imaginaba como botellas con mensajes arrojadas al mar, con una casi nula posibilidad de ser encontradas, pero con su enorme potencial poético y comunicativo, luego se fue significando de otra manera; era esa memoria la que nos convocaba de modo irrefrenable.
Creo que con Corresponsales ese círculo se cierra, y en ese recorte sí se percibe más esta idea de potencial mensaje, de arrojo a la invención de nuevos espacios y nuevas formas de decir, que con el estallido y la realización del Festival en medio de una situación de tanta incertidumbre, dolor y violencia, se comprobaron absolutamente necesarias.
—¿Te animas a una trilogía fílmica del Festival que hace de soporte de tu mirada documental?
—En cierto modo te diría que no, porque siento que con Corresponsales aparecieron ciertas “respuestas” a las tantas preguntas que nos hicimos con Palabras desde el mar. De alguna manera siento que se concluyó ese ciclo.
Pero organicen el próximo Festival presencial y van a ver cómo me traigo material para el tercero!
Fuera de broma, ya tengo pensado un próximo proyecto audiovisual en Valpo y que tiene a las actividades organizadas por la Fundación A cielo Abierto y a la Fundación Pablo Neruda de protagonistas. Te dejo el misterio sembrado.
—Qué extrañas hoy de Valparaíso, «esa ciudad en ruinas que no se molesta en ocultarla», como me decías hace unos años?
—Extraño muchas cosas y con intensidad; los amigos, las juntadas culturales, sus calles, el pisco y ceviche del bar Victoria, y mucho pero mucho la bohemia que respiro en Valpo y siempre me inspira. Extraño mucho la cercanía con que se tejen allí los vínculos. Extraño esa trama y esa manera de entramar, de tomarse el tiempo y el espacio para ello.
—Qué mensaje te gustaría dejar en esas botellas lanzadas al mar que son las lecturas en las lanchas del puerto de Valparaíso?
—Hagamos lo más bello que podamos con lo que hay, que siempre va a haber otro documental, otra canción u otra poesía para decir lo siguiente.
—Alguna escena que se te escapó en la punta de la lengua o lente… en Corresponsales. Así como la de los Marineros en el muelle Prats cantando y lanzándose al mar?
—Una vez más, se dieron situaciones completamente opuestas. En Corresponsales hubo un montón de escenas que pensé que no tenía, que filmé a ciegas, con una cámara con el sensor de luz averiado y con una pantalla casi en negro.
En aquella escena de los marineros tirándose al agua que fue tan nítida, hubo una revelación del sentido de Palabras desde el mar. En el caso de Corresponsales hubo muchísimas escenas a oscuras que después fui revelando y que fueron llenando de sentido este cortometraje.
En este sentido, a la canción que hace de banda de sonido Nacido Aquí– que amablemente me permitió utilizar Chinoy- la escuché en La Sebastiana con toda esa energía que tiene este artista tremendo que es el, y me dio un poco de bronca porque no sabía si iba a haber documental. Fue una alegría inmensa poder usarla en el documental.
—Y hablando de música: qué tango –como eximia cantante que también eres-, hoy cantarías de pie en el bamboleo de esos lanchones o desde esas casas arriba unas de otras mirando el mar?
—Pienso que sería Niebla del Riachuelo de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo. Creo que nuestros puertos después de todo, se unen.
—Para cerrar, quisieras dejar un link donde poder ver tu material?
—Pueden ver algunos trabajos documentales en mi canal de youtube: https://www.youtube.com/channel/UCB_L4iTzNuHh6rW3xBlDPMA