Los invitamos a descubrir los cuatro bares de las casas museos de Pablo Neruda en Santiago [La Chascona], Valparaíso [La Sebastiana] e Isla Negra. Pablo Neruda, amante de la buena mesa y las aguas espirituosas, aunque moderado siempre, no olvidó en su libro «Odas elementales», realzar el valor gregario del vino –ese brebaje excelso que a veces se nutre de nuestros recuerdos mortales–. Conocido el poeta por su preferencia por el whisky. O del agua, siempre que sea en vasos de colores. O de beber en su juventud de sombrero y alón leche fresca entre sus compañeros de bohemia lírica & estudiantil por los crepúsculos de Maruri.
Amigos y amigas, turistas, pasajeros del mundo flotante, aprovechen de conocer estos rincones magníficamente realzados por la mano lúdica del poeta, una experiencia en sí misma, donde solía agasajar y dialogar hasta altas horas de la noche con sus invitados y visitas ilustres, arreglar el país, compartir la poesía. Una de las cosas maravillosas, por ejemplo, es que descubran por sí mismos que en La Chascona, la casa del amor, en el barrio Bellavista, no solo hay un bar, sino dos que armó y decoró con maestría, donde uno está ubicado en el comedor a semejanza de estar dentro de un barco y otro bar más empinado por el cerro San Cristóbal de camino a su biblioteca y escritorio, para los más precisos, donde puedes ver, entre otras cosas, sus «zapatitos».
En fin, aquí les dejamos cómo llegar y asistir a cada una de las casas-museos. Una experiencia irresistible y brindar –con lo que ustedes prefieran o tengan a mano para beber– por el gran poeta del amor. No dejes de vivir este panorama imperdible en Isla Negra, Santiago o Valparaíso para bebedores, abstemios, «chantaos»… ¡No te aburras este verano! e invita a quien quieras a recorrer este tesoro cultural del mundo acá en Chile gracias al legado del poeta, diplomático y senador.
