Poesía y música van de la mano con esta joven cantautora chilena, de la comuna del Monte, que despliega como una trenza su arte musical como poética, ciertamente crítica, conmovedora y reflexiva. Una artista que ha estudiado las raíces como los brotes de nuestro tiempo, iluminándonos con su voz y artesanía literaria. Acá fue parte del Festival de Poesía de La Chascona 2019, además de colaborar en otras lecturas, tocatas. Siempre que la escucho en La Chascona, recuerdo que en 1952, Violeta Parra le puso música a un poema de Pablo Neruda, la canción se llamaba “Te quiero”, y su estreno fue ese mismo año para la intelectualidad en estos jardines de la casa del poeta, como dice Ángel Parra. Así ha seguido siendo para muchos músicos y poetas estos años, para Valentina, en este Espacio Estravagario, abierta –como pide Neruda– a toda arte que cuando junta poesía y música, con arte, viaja directamente al corazón.
Por Ernesto González Barnert
¿Qué le dice la música y compositora a la poeta y viceversa?
La verdad, es que no me siento mucho ni lo uno ni lo otro. Canto y escribo desde una necesidad que parece sencilla. Entonces…la música hace una trenza con los poemas de la poeta. Así ha aprendido a hacer formas de trova y cantos con la guitarra y el cuatro. Me gusta jugar con las estructuras, entonces intento mezclar la melodía con las palabras…poemas, cuentos, historias.
¿Cómo es tu proceso creativo para desarrollar un poema o álbum?
Pienso el proceso creativo artístico desde su raíz aborigen, como si el arte fuera un lenguaje propio de nuestra naturaleza. Existe en cada mujer y hombre la capacidad de comunicar a través del arte, ese atributo deviene de un proceso evolutivo humano que trasciende un canon estético. La mujer es una creadora, el hombre es un creador desde un principio, desde su ancestralidad.
Mi impulso creativo proviene de la contemplación y la cristalización de ideas que surgen en la experiencia cotidiana…de lo que se aprende cuando se lee o escucha, cuando se camina, cuando se mira y cuando converso con lo que me rodea. Admiro a las cantoras campesinas de antaño que, entre el huerto, los hijos y el campo creaban rimas, melodías y ritmos para cantar en funerales o trillas, ellas son las maestras.
¿Cuáles son los libros y músicas que te marcaron este 2019-20?
En la música, me gustan las melodías que han surgido desde la voz de la mujer, hay muchas artistas creadoras de provincia a las que me gustaría recomendar porque me han sorprendido, está el disco “Encuentro” de Almar, “Periferia” de Valentina Inostroza,” Humedal” de Vilú y “Vesania” de Marez.
Me gustó mucho la antología poética de mujeres mapuche, Kümedungun / Kümewirin. (siglos XX – XXI) de las editoras, Fernanda Moraga Garcia y Maribel Mora Curriao, también me gustó “El Faro” de Virginia Wolff y la poesía de Seamus Heaney en su libro “Muerte de un naturalista”.
¿Cómo es tu relación escritoral con la obra de Pablo Neruda?
Creo que, si bien, su vida y sus memorias han sido cuestionadas, ha escrito obras muy relevantes para nuestra historia, como Canto General que es un rescate de nuestro territorio desde la poesía… sus memorias, sus paisajes, sus próceres. Para este contexto de descontento social creo que los poemas Los Enemigos y Los muertos de la plaza resuenan, por eso creo que es un poeta, un artista necesario y admirable, porque es una voz que trasciende el paso del tiempo.
¿Cuál es principal error de los poetas o músicos que empiezan?
De lo que he aprendido hasta ahora, observando y experienciando en talleres, creo que un error al comenzar es el apego por las obras. Es poco constructivo, ya que, impide ver la forma de la obra desde una perspectiva crítica que permita retroalimentar y modificar su estructura inicial. Es necesario ver lo creado desde afuera, no dar todo por sentado desde un comienzo. Para eso pedir opiniones es bueno, ya que, la obra es perfectible y que mejor que las impresiones del medio social cercano para ir creciendo.
¿Qué poema tuyo leerías en una sala de clases y que canción tocarías a continuación hoy en Chile?
Hay una canción que se llama “Río”, esa la tocaría, porque nuestros ríos están sufriendo en todos los valles de Chile por las leyes que rigen el uso del agua.
Río,
trazado desde cordillera
a mar, tu cauce.
tú que fuiste hielo
tú que fuiste nube:
abrazas la siembra
con tu transparencia.
Cantas,
con la voz que el agua
te dio mientras dormías
llevas las memorias
de todos los tiempos:
haces remolinos
entre la corriente.
(…)
Últimamente me han dado vueltas unas décimas que se llaman El Mito de la Cordillera, son en homenaje a la mujer y a nuestro territorio.
Mito de cordillera
Caí del vientre materno
en la tierra cobijada
por montañas camufladas,
disfrazadas del invierno.
El hielo recubre eterno,
entre cumbres y quebradas,
a una mujer embrujada
que sueña bajo su manto
respira mientras le canto
verdades en mi versada.
La silueta femenina,
tallada en la piedra muda,
el arrebol la desnuda,
el silencio le camina.
Con el ánima en sordina,
su contorno rozó el viento,
que en prófugo movimiento
por la falda montañosa,
como brisa caprichosa,
despertó su sentimiento.
Se levantó del letargo
una mujer que cautiva
palpitaba en carne viva
bajo la roca y lo amargo.
La paloma, por encargo,
lo promulgó por el valle:
y gorjeando por la calle
la noticia fue anunciando,
cada ser se fue enterando
desde la loica hasta el hualle.
Tiembla la naturaleza
y Santiago, que, a sus faldas,
¡ay, casi se fue de espaldas!
ante tamaña sorpresa.
La mujer con entereza,
presteza y sabiduría
derrumbó lo que prohibía
el destino con su cuento,
se libró de los tormentos
que en el tiempo se escribían.
Se alzó así, la gigantesca,
montañosa de presencia
rocosa feminiscencia,
como escena quijotesca.
Deja estela y hace que crezca,
en pisadas sin temor,
cuanta idea y tanta flor
que toda humana memoria
pa siempre guarda su historia
tras un verso de color.
¿A tu juicio que medida concreta crees ayudaría al país a salir del estallido social que vive?
Necesitamos abolir la plutocracia en la que vivimos. Necesitamos una Nueva Constitución para transformar las condiciones de extrema vulnerabilidad y desigualdad en la que vive la mayoría. Necesitamos justicia, por todas/os las/os heridos/as y mutil