Fundación Pablo Neruda conmemora este 2025 los “75 años de Canto General”, libro fundamental del poeta Pablo Neruda, una de las obras más influyentes de la poesía Americana y universal.
Dijo Neruda: “Recabarren conoció más que nadie nuestra patria. Es también un héroe grandioso: pero es el héroe de la organización. Es el formador de la conciencia de la masa, un agitador infatigable”.
En la sección IV “Los libertadores” de Canto general hay figuras de grandes héroes, desde el joven emperador Cuauhtémoc, hasta “guerrilleros turbulentos y grandiosos” como Emiliano Zapata y Augusto César Sandino. Pero el más singular de todos es Luis Emilio Recabarren, que luchó sin más armas que la publicación y divulgación de la prensa obrera y la organización de sindicatos de trabajadores.
Luis Emilio Recabarren es parte de un momento clave del desarrollo de las luchas sociales en Chile. Hacia fines del siglo XIX y principios del XX, nuevos actores, principalmente la juventud estudiantil, la intelectualidad mesocrática y la clase obrera pugnaban por participar en la escena política y social del país y hacer visible la miseria material y moral encubierta por la aparente prosperidad de la llamada belle époque chilena.
Para Neruda Recabarren es “hijo de Chile, / padre de Chile, padre nuestro…”
En las provincias del norte nacían no solo el movimiento obrero sino también una cultura y una prensa proletarias. Luis Emilio Recabarren tuvo una participación decisiva en estos procesos. Intentó dar la lucha por la causa de los trabajadores dentro de la institucionalidad. Por eso participó en elecciones parlamentarias, fue elegido diputado y rápidamente excluido por una reacción inmunológica de la clase política oligárquica. A esta Recabarren le resultaba incómodo, no solo por la causa que defendía, sino por su pureza moral que actuaba como medio de contraste para dejar en evidencia los vicios de la política y de los políticos de la llamada República Parlamentaria.
Recabarren tuvo que enfrentarse a una oligarquía que sacralizaba dogmas religiosos acomodados a sus intereses políticos y económicos.
En la Cámara de diputados, cuando declaró con ejemplar honestidad, que no creía en Dios, lo trataron de inculto y de salvaje. Respondió que si no tenía educación era por culpa de la exclusión a la que los gobiernos habían sometido a los trabajadores. Sin embargo, aunque autodidacta, Recabarren fue extraordinariamente culto y construyó una visión materialista coherente de lo que eran el mundo, la materia y el hombre. Desarrolló esta visión en un ensayo filosófico titulado La materia eterna e inteligente, publicado en Buenos Aires, en 1917.
En su campaña senatorial por Tarapacá y Antofagasta, y ya como senador, en sus visitas a los minerales, para conocer de cerca la condiciones en que vivían los obreros del salitre, el cobre y el carbón, Neruda ha de haberse sentido continuador de Recabarren y su compromiso con mejorar las condiciones en que vivían los trabajadores.
Texto: por Darío Oses
