Desapariciones y reapariciones de los Cuadernos de Temuco

La casa Christie ha puesto en remate  5 lotes con cartas, libros y otros documentos de Neruda. Lo más valioso es el lote de los llamados Cuadernos de Temuco, que contienen la primera poesía de Neruda.

         Estos Cuadernos, junto a otros materiales del poeta, quedaron en manos de su hermana Laura Reyes. Ella fue la destinataria de las cartas que le mandó Neruda desde 1925, y también  de alguna correspondencia del poeta con su padre y con la mamadre.

Laura facilitó los  Cuadernos al estudioso Hernán Loyola para que hiciera una copia mecanoscrita. Por su parte, el estudioso Bernardo Reyes encontró una fotocopia del mismo material. Gracias a esto se pudo publicar ambas versiones de esos poemarios.

Asimismo Laura prestó la correspondencia al profesor Hugo Montes que la publicó en España con el título de Cartas a Laura.

Laura Reyes dejó estos materiales como herencia  al profesor Rafael Aguayo, quien lo vendió a Leonidas Aguirre.

         Después se perdió el rastro de esta valiosísima colección documental,  hasta que apareció en noviembre de 1982, en un remate de la Casa Sotheby, que se realizó el 11 de ese mes y año.

         El 27 de noviembre Robert Pring Mill le escribió a Matilde Urrutia, la viuda de Neruda, adjuntándole el catálogo del remate, que se dividió en tres lotes: el 165 “con más de noventa cartas  y tarjetas” tanto manuscritas como mecanografiadas; el 166 que era una colección de papeles literarios con más de 300 páginas y 11 libros de Neruda; y el 167, los Cuadernos de Temuco.

         Una vez rematados, los tres lotes fueron trasladados a Madrid, pero no fue posible dar con la identidad del comprador. Fue así como este material  volvió a perderse y ahora reaparece. Probablemente una vez rematado volverá a desaparecer y será como un cometa, sometido a la ley del  eterno retorno.