Por Darío Oses
En octubre de 1935, la revista chilena Familia publica un artículo titulado “Vida y confesiones de Gabriela Mistral”. Su autor era el periodista Miguel Munizaga Iribarren. Este se había dirigido a Armando Donoso para pedirle ayuda. Donoso le prestó una carpeta con diversos materiales sobre su amiga Gabriela Mistral. La carpeta contenía una carta privada de Mistral a Donoso, carta en la que ella trataba con severidad a España, a su mundo intelectual, a la sociedad hispana y a sus propias decepciones en ese país. Munizaga publicó las opiniones de Mistral, lo que ocasionó una severa reacción de la colonia española en Chile y un problema diplomático complejo. Fue el gobierno de Chile el que el 15 de octubre de 1935 le pidió a Mistral “que se sirva hacer entrega de esa oficina…” Esto está documentado en los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El motivo de la remoción de Mistral es bastante preciso, se originó en Chile y obedeció a un error o descuido de un amigo de la poeta.
Neruda estaba a la sazón en España, donde había ganado la amistad de casi todos los grandes autores e intelectuales de la llamada Generación del 27. Por lo tanto n. o podría haber participado en una supuesta conspiración contra Mistral. La elección de Neruda para el cargo que antes ocupaba Mistral fue del gobierno presidido entonces por Arturo Alessandri Palma, que no tenía afinidad con Neruda.
Además, en el año que siguió al de este incidente, Mistral escribió una reseña muy elogiosa sobre Residencia en la tierra, con el título de Recado sobre Pablo Neruda, lo que indica que no había animadversión entre la poeta y el poeta.
