Por Dafne Malvasi
Desde la herida [Editorial Signo, 2022], de Margarita Bustos Castillo, es un poemario revelador y actualísimo que desvela, a través los nombres de mujeres víctimas, lo que ocurrió hace 50 años durante la Dictadura y los hechos del estallido social del 2019.
Divididos en tres partes, “Desde la herida” nos enseña el persistente entrelazamiento de Vida/Muerte – Yo/NosOtras y de cómo es imposible vivir sin cuestionarse, sin escuchar aquellas voces perdidas, torturadas, lanzadas al mar, matadas…
“Ajenos a la herida olvidaremos los nombres de quienes abrieron la herida”.
Me marcan constantemente páginas formadas por la presencia de seres ausentes, cuyos cuerpos, palabras y lenguas se convierten en una atemporalidad del dolor.
Un pasado eternamente presente que ahoga toda memoria y que transforma en pecado de muerte todo: agua, calles, pensamientos.
Versos de amargura latente en cada huella de mudo (des)conocimiento:
“Ya no quedan palabras
[…]
Marta lanzada al mar”.
[…] Porque no se puede transcribir esa aflicción
ni borrarla de los ojos
tras los ojos no se puede
tampoco de la boca
ni la voz humana […]
Y si la voz humana ya no puede, la poeta nos entrega unas oraciones de la tradición cristiana convirtiéndolas laicamente en un fuerte pedido terrenal de justicia, memoria y vida.
Feminismo sin miedo a reconocerse y reconocernos en ello.
“Dios no te salvó María
[…] Maldita eres entre todas las mujeres
El cuerpos no es un envoltorio,
corpus negado
cuerpos usurpado […]
Santa María Madre de Dios
Santa Victoria
Santa Libertad
Santa Bruja
Mater dei
Ora pro nobis peccatoribus
Por los históricus patriarcálibus
Que habitan entre nosotr@s
Ahora y en la hora de nuestra vida consciente
Las voces de las diosas han despertado”.