Noviembre 7, 2024

La fotógrafa italiana Tina Modotti en la poesía de Pablo Neruda

Lee el poema que le escribió Pablo Neruda a Tina Modotti  (1896-1942), reconocida fotógrafa italiana, modelo, actriz, activista y luchadora social en México. Su fuerte compromiso contra el fascismo. Tina, pasó por dos etapas en su obra: la etapa romántica, marcada por su idilio con Edward Weston y la Revolucionaria, marcada por su activismo político y el fotoreportaje, en la que realizó un retrato de las desigualdades, la lucha social y los indígenas mexicanos. Fue íntima de Frida Khalo y amante de Diego Rivera. Se dice que su obra, unas 400 fotografías, se debe a su carácter perfeccionista, crítico y minucioso. Su tumba está en el Panteón de Dolores. Pablo Neruda, la recuerda y le dedica en Confieso que he vivido este hermoso poema.

Tina Modotti ha muerto

Por Pablo Neruda

Tina Modotti, hermana, no duermas, no, no duermas
tal vez tu corazón oye crecer la rosa
de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa.
Descansa dulcemente, hermana.
La nueva rosa es tuya, la nueva tierra es tuya:
Te has puesto un nuevo traje de semilla profunda
Y tu suave silencio se llena de raíces.
No dormirás en vano, hermana.
Puro es tu nombre, pura es tu frágil vida
De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma,
De acero, línea, polen, se construyó tu férrea,
tu delicada estructura.
El chacal a la alhaja de tu cuerpo dormido
aún asoma la pluma y el alma ensangrentada
como si pudieras, hermana, levantarte,
sonriendo sobre lodo.
A mi patria te
llevo para que no te toquen,
a mi patria de nieve para que tu pureza
no llegue el asesino, ni el chacal, ni el vendido:
Allí estarás tranquila.
¿Oyes mi paso, un paso lleno de pasos, algo
grande desde la estepa, desde el Don, desde el frío?
¿Oyes un paso firme de soldado en la nieve?
Hermana, son tus pasos.
Ya pasarán un día por tu pequeña tumba
antes de que las rosas de ayer se desbaraten.
Ya pasarán a ver los días, mañana,
donde está ardiendo tu silencio.
Un mundo marcha al sitio donde tú ibas, hermana.
Avanzan cada día cantos de tu boca,
en la boca del pueblo glorioso que tú amabas.
Tu corazón era valiente.
En las viejas cocinas de tu patria, en las rutas
polvorientas, algo se dice y pasa,
algo vuelve a la llama de tu dorado pueblo,
algo despierta y canta.
Son los tuyos, hermana: los que hoy dicen tu nombre
los que de todas partes, del agua y de la tierra,
con tu nombre otros nombres callamos y decimos
Porque el fuego no muere.

*

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