Septiembre 20, 2024

«Abierta camina la fuega vida»: Palabras para el libro de Margarita Bustos Castillo

 

 

 

Por Mirka Arriagada Vladilo (Poeta y Psiquiatra)

 

 

Está en nuestras manos este libro de poesía urgente (urgencia de casi 50 años de vida país), poesía política, poesía feminista (doblemente poesía política), poesía de la memoria, poesía, poesía. Margarita Bustos Castillo no sólo es una poeta de oficio y excelencia, sus libros “Maldigo el paraíso de tu abandono” “Eros en la lengua “ y “Existencia(les)” así lo han demostrado. No sólo es gestora cultural a cargo de buena parte de la movida cultural de los últimos 10 años, difusora de las poéticas feministas  y disidentes; es además una “rara avis” para la poesía canónica y experimental, para la poesía que maquilla con dificultad su lógica neoliberal, para la poesía escrita bajo códigos de privilegio.

¿Por qué ella, pudiendo enrevesar su discurso para el gusto académico, elevar el léxico a las nubes geométricas que el vulgo no atisba, repito, por qué ella que podría tomar con gracia la tangente hacia el rellano del éxito de temáticas progresistas, se ha negado al punto de fuga y se instala en el sitio de la memoria doliente del país, en el sitio de los considerados perdedores, los adscritos al fracaso?

¿Por qué éste remover la herida, llámese memoria, de un país que desmemoriado ha tenido cierto empuje a la vuelta de página, al olvido pactado, al desapego positivista de las historias tristes: desaparecidos, matanzas, dignidades clausuradas, pueblo endeudado, narco lumpen en crecimiento exponencial, ojos rebotando en la plaza dignidad como canicas sangrantes?

La autora de “Desde la Herida”, divide en tres capítulos su libro:

1) Memorias, con epígrafe de Elvira Hernández, donde la bandera patria ha sido usada de mordaza

2) 11 ayer y hoy, con palabras de Ana González de Recabarren, quien murió esperando verdad y justicia y no lloró a mares para que otros llorásemos por ella.

3) Plegarias desde la her(ida), transformando los rezos judeocristianos en reversiones irónicas de la libertad

 

La pintora argentina Alejandra Etcheverry colabora con su obra: “Rostros” en la portada. A varios, este perfil de mujer, emergiendo sutil desde las rocas y gemas latinoamericanas, que en el giro se reproduce, nos ha parecido el rostro de la autora de este libro.

Prólogo certero de la connotada académica Daisy Zamora. Palabras en la contratapa de nuestra poeta y traductora María Elena Blanco. Pero cierro esta coda descriptiva, para abrir nuevamente la pregunta: ¿Por qué Margarita ha escrito este libro de poesía? Sin pretender infidencias biográficas, ella no había nacido cuando fue el golpe de estado y la primera etapa más fiera de exterminio, persecución y exilio. Tampoco en la provincia de su infancia sufrió directa o indirectamente la otra oleada exterminadora sobre el pueblo en resistencia.

Difícil saber cómo atesoró y recogió la posta de la memoria, y como su empatía y consecuencia han llegado a forjar estos versos, cómo estableció esta crítica tajante al proceso de un país que se ha negado a la reparación del daño.

Hemos de imaginarla construida a sí misma de materias nobles; poeta con el oído atento para contar la historia de Marta Ugarte, Lumi Videla y tantas otras mujeres a las que otorga nombre propio.

Hemos de verla observar cómo el país se fusionó históricamente un 11 de septiembre de 1973 y un 18 de octubre de 2019 y entonces allí están las fotos de esta época y el poema Campillay.

¿Qué puede pasar con una herida abierta al centro del alma si tapamos la herida con capas de materias infectas, un parche de contubernios, otro parche de impunidad y otro de negacionismo, otro de corrupción, una costra de amarillismo, dejamos que pasen los años y se acomulen los detritos, y permitimos al mundo anaerobio multiplicarse a sus anchas sin el oxígeno de la verdad y la justicia?

¿Dejó de existir esa herida, o está dentro del país, hecha un cúmulo purulento, un absceso que tarde o temprano estallará? ¿No es acaso eso lo que le ha sucedido al país? ¿El estallido?

El trauma histórico requiere transformaciones profundas, costosas No esta maraña de falsas reparaciones: un homenaje por aquí, una comisión Rettig por allá, un informe Valech acullá, algunos Prais entramados al deterioro de toda la salud pública, un All Inclusive en Punta Peuco.

Desde la medida de lo posible a los mínimos comunes el país ha sido tristemente condenado a no hallar reparación.

La reparación era otra cosa, era, llorar a mares como dijo Anita, abrazar y no soltar a la víctimas, era no reprimir ni amenazar, era que el torturador fuera encarcelado, que el corrupto no tuviese lugar en cargo público.

Era democratizar sin transar y que la derecha civil y militar sufriera escarnio, vergüenza.

Reparar era tantas cosas que ya no fueron. Ahora, con este país fracturado, fratricida, discriminador, abusador, todo es más difícil, pero no imposible.

Margarita da este libro señal con total generosidad. El arte y los artistas comprometidos, como ella, están realizando su aporte a la reparación siempre.

Hago un llamado a colocar ojo torvo en la resiliencia. La resiliencia es un tesoro de la humanidad. Es la humanidad reparándose a sí misma. Y tan valiosa como el arte.

Hemos ido tomando conciencia de cómo el extractivismo neoliberal ha operado retirando los recursos y riquezas de los países, pero adolecemos de quedarnos allí en el análisis materialista, pragmático, tangible.

Nos falta preguntarnos:

¿Cuál es el extractivismo intangible neoliberal?

¿Cuál es el extractivismo del patriarcado?

¿Cuál es el extractivismo de todo sistema de poder y privilegio?

y Margarita Bustos en este libro nos da respuestas

El imperio viene por nuestro arte y nuestra resiliencia. El patriarcado viene por la capacidad reparadora de la mujer Todo sistema de poder viene a extraernos el alma. Sigamos adelante con la poesía, el arte, el feminismo y cuidemos nuestra resiliencia como una veta sagrada. Entreguémosla al amigo, la amiga, al doliente, a los que amamos.

NUNCA MÁS AL SISTEMA y mantengamos el oído abierto a las palabras de las Diosas.

 

Desde La Herida de Margarita Bustos Castillo (Poesía. Editorial Signo, 2022)

 

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