Por Ernesto González Barnert
Recientemente galardonado con el Premio de Poesía NY Poetry Press 2020, el poeta César Caballo [Santiago de Chile, 1976] reconfigura conceptualmente sus años de escritura y oficio, en la antología Libro de las huidas y de la hoguera en 16 capítulos por Editorial Aparte, —una editorial que viene marcando fuerte la escena nacional con su catálogo diverso y de gran calidad en escritura—. Y aquí, claro, no es la excepción. César, que vivió gran parte de su vida y formación inicial en Temuco y que hoy reside desde hace varios años en Santiago, es uno de los poetas más destacados de la escena post 2000, con una buena cantidad de reconocimientos a su obra desde el primer momento, que subrayan a este poeta dueño de un trabajo sólido, elegante, duro, circular y obsesivo en torno al propio espejo, al desarrollo y progreso de su hablante lírico en esta selva lírica, a su herencia cultural y la batalla de la sobrevivencia, siempre a través del tamiz literario como mapa conceptual de autoconocimiento y sabiduría, como modo de acompañar el lamento y la resistencia de la clase trabajadora baja y luchona, del provincianismo [Martín Rivas, dixit] y sobre todo el acervo indígena de su rica ascendencia en matices de constitución de voz que también dialogan con la tradición chilena y occidental literaria, con desparpajo y control, así como con los discursos altos y bajos de la cultura viva, pop, barrial, migrante [campo-ciudad para comenzar…] y del eco religioso del antiguo testamento con esa fe violenta y lacerante de los viejos patriarcas, urbi et orbe, llevando el pan a la boca a los suyos, manteniendo una idea de rebaño, frente al statu quo, en la precarización y abandono, en el ejercicio desalmado del poder y dar con una brújula abierta de sentido en estos días. Un poeta qué, no me cabe la menor duda, atravesará el río de los muertos, urge leer, ambicioso y sorprendente.
Libro de las huidas y de la hoguera,César Cabello, Editorial Aparte, 2021.