Por Pablo Catrileo Aravena
La búsqueda y la experimentación han sido una constante en la carrera de Tan Valenzuela. Acostumbrados a sus canciones que transitan por las sonoridades del rock-pop y la música típica chilena, la nueva propuesta que nos ofrece el músico chillanejo sorprende desde diversos ámbitos. Primero, por tratarse de un trabajo discográfico que propone como eje vertebral a la cumbia, quizás el ritmo latinoamericano de mayor repercusión y raigambre. Segundo, pues nos muestra a un creador dinámico y versátil que logra traspasar las etiquetas que suelen rotular las músicas.
De color, su séptimo disco de estudio como solista, resulta un momento refrescante dentro del abultado repertorio de Valenzuela. Como intérprete se le percibe cómodo, probablemente por ser la cumbia un estilo que como para muchos ha tenido notoriedad desde la infancia: “siempre es la reina de todas fiestas chilenas”, acota el músico. Además la música tropical adquiere diversos significados al constatar su presencia en los gustos masivos en las diversas comarcas que como profesor de música le ha tocado recorrer.
Este nuevo material sonoro que nos ofrece Tan Valenzuela es definido en sus palabras como “cumbia psicodélica”:“Es rock and roll con ritmo tropical, donde busco jugar con improvisaciones, con esas escalas tipo Hendrix, mezcladas con la cumbia clásica, añade.
Revisando en particular las ocho composiciones originales, destaca inmediatamente la presencia preponderante de tonalidades menores que habitualmente suelen invitar a la nostalgia. Los timbres instrumentales -que evocan la cumbia amazónica popularizada por el conjunto peruano Los Mirlos-, dominan notoriamente en el transcurso de la placa, sobre todo en títulos como De Color y Para ir. La presencia “psicodélica” aludida anteriormente, queda en evidencia principalmente en introducciones e interludios, logrando quizás su punto más alto en la frenética Vengo, donde los solos de guitarra eléctrica y los efectos de órgano hammond, remiten hacia atmósferas sonoras que caracterizaron el rock y la cumbia de alrededor de cinco décadas atrás.
Respecto a las temáticas tratadas en los textos, obras como Esta vez, Que yo soy tu corazón y Soñé, demuestran que la temática amorosa es uno de los tópicos mejor logrados en la obra de este cantautor ñublensino. Lo testimonial también es un elemento recurrentemente presente, como sucede en el caso de A las viñas, canción con aires de cumbión y chachachá que recuerda su otrora peregrinar pedagógico por sectores costeros de la Región de O’’higgins. Finalmente para cerrar el disco, encontramos a El perro chiquitito, pieza con un sabor entre country y cumbia ranchera, que el músico identifica como su primera composición de niño.
Sin duda De color, el nuevo trabajo discográfico de Tan Valenzuela, logrará sorprender a sus seguidores y diversas audiencias, pues nos muestra a un creador maduro, sensible a sus entornos y siempre reflexivo ante las expresiones musicales que caracterizan la identidad sonora criolla.
San Pedro de la paz, 07 de Abril 2021.
De color. Tan Valenzuela. Edición Independiente. 33’. Chillán, Marzo 2021.