Noviembre 22, 2024

18 de Octubre: Museo del Estallido Social.

 

Por Tamym

 

El 4 de noviembre de 2020 abrió la sede física del Museo del Estallido Social (M.E.S), ubicado en pleno centro, en el Barrio Bellavista (Dardignac 0106) a pasos de la Plaza de la Dignidad. Conversamos con su curador, el artista visual Marcel Solá, quien nos cuenta de este especial museo que vino para quedarse y relatar sin miedo la historia escrita por la propia gente.

 

—Este museo viene a ser un hito importante dentro de las manifestaciones culturales que se han desarrollado durante la revuelta social. ¿Cuál es el relato del museo y cómo surgió la idea de realizarlo?

—Este Museo surge de la necesidad de documentar los hechos que han sucedido en Chile desde el 18 de Octubre del año 2019. Estamos construyendo un relato a partir de material vivo y presente. Por un lado, testimonios de personas claves de las demandas sociales, así como de íconos o elementos tangibles que ya forman parte del imaginario colectivo del Pueblo en torno a la lucha social.

 

—En lugar de potenciar las ciencias sociales, lo que ha hecho el actual gobierno ha sido restarle importancia a las asignaturas de filosofía e historia de los establecimientos escolares. Ante esta realidad, este museo viene a recordarnos lo necesario de mantener viva la memoria.

—Sí, hoy más que nunca es importante que el pueblo, a través de la autogestión, construya su propia memoria crítica y reflexiva desde el aquí y ahora, más que delegar la tarea en futuros investigadores que posiblemente tengan una mirada parcial de lo que sucedido. Este es una de las misiones que tenemos como museo.

 

—Cuéntanos un poco de los principales propósitos del M.E.S.

—El proyecto tiene entre sus principales propósitos el visibilizar la lucha que han dado por años organizaciones ambientalistas, colectividades de agroecología en resistencia, organizaciones en torno a abusos y corrupción empresarial y estatal, problemáticas de género, lucha feminista, atropellos a los derechos humanos, reivindicación y soberanía de pueblos originarios, entre las principales demandas. El Museo tiene una plataforma web museodelestallidosocial.org donde actualmente reúne cientos de registros fotográficos, documentales audiovisuales, registros sonoros, publicaciones y manifiestos de diversas organizaciones en torno a las demandas sociales. Por otra parte, recientemente abrimos nuestra sede física, con entrada gratuita para todo el mundo.

 

—¿Qué busca generar el museo?

—El museo busca generar un espacio de resistencia cultural y de gran dinamismo. La concepción decimonónica de que los Museos se deben principalmente al valor de sus colecciones está un tanto obsoleta. Hoy en día los museos están llamados a ser centros dinamizadores de la cultura y la reflexión participativa y crítica de sus audiencias. Por otra parte, los museos no son simples instituciones que custodian un patrimonio propio del pasado, sino que pueden construir su relato a partir de bienes de interés cultural o social presentes. La UNESCO ha insistido durante los últimos años que el Patrimonio vivo tiene igual valor que el que responde a un valor intrínsecamente dado por su historicidad. Lo relevante en este Museo radica en que desde un principio ha construido su relato y contenidos a partir de la relación directa con diversas comunidades. Nuestro precepto es la denominada “Museología Relacional” que deviene de la Nueva Museología, donde la institucionalidad vertical es remplazada por una relación horizontal con las comunidades a quienes se les implica permanentemente en los procesos curatoriales y actividades educativas.

 

—¿Cuáles son las obras expuestas en el museo?

—El espacio físico cuenta una colección de elementos simbólicos que tienen un gran significado para quienes han vivido de cerca la revuelta social. Piezas como escudos de primera línea, vestigios de perdigones, bordados y tejidos comunitarios, murales, capuchas, e íconos tales como los Totems alusivos a Pueblos originarios y el Monumento al Perro negro Matapacos, se constituyen como piezas claves en la memoria del estallido social. Su valor no reside en lo económico, sino que pasan a ser unidades semánticas potenciales que contienen este valor relacional. Este último valor alude al vínculo generado con las personas que han luchado incansablemente por la justicia y dignidad social.

 

—Desde su apertura, han estado realizando varias actividades ciudadanas, ocupando espacio como un punto de encuentro para el debate y la organización. Cuéntanos un poco más de esta otra importante labor del museo.

—La dimensión física del espacio museístico tiene como objeto generar una permanente participación ciudadana. A través de conversatorios y conferencias, se generarán instancias dialógicas para extraer reflexiones y acciones posibles de cara a un rol activo de la ciudadanía en un eventual proceso de convención constitucional.

 

—Se viene la elección de constituyentes y la creación de la nueva Constitución. Hay mucha incertidumbre al respecto y también mucho temor de que los políticos de siempre saquen ventaja y, mediante artilugios, se apropien de la redacción. ¿Cuál es tú pensamiento al respecto y cuáles son las actividades que generará el museo para aportar en este proceso?

—Nosotros como museo estamos generando o mediando en una serie de actividades no presenciales para posibilitar la visibilización de propuestas de precandidatos independientes para delegados Constituyentes. Nos interesa como organización abrir la discusión y reflexión en torno a la importancia de que personas fuera del círculo de los partidos políticos forme parte de este proceso sobre todo cuando han tenido un rol activo en las demandas sociales. Gran parte de las transmisiones en directo generadas por el proyecto denominado “La Lista del Pueblo” se generan desde el Museo. Del mismo modo estamos realizando un trabajo territorial a nivel nacional para contribuir a potenciar acciones que tengan como propósito compartir información y generar instancias de fortalecimiento organizacional con potenciales candidatos independientes.

 

—Finalmente, qué reflexión nos podrías entregar frente al proceso de construcción de una nueva Constitución para Chile.

—Si bien es cierto, hubiese preferido el camino de una Asamblea Constituyente libre y soberana ante los condicionamientos y letra chica del actual proceso, considero que al margen de esto tenemos una gran oportunidad para presionar por un cambio. Sin embargo, esto depende de la capacidad de organizarnos como Pueblo y pugnar por los escaños reservados para representantes de Pueblos Originarios, así como exigir el reconocimiento de las listas de independientes para que puedan luchar en igualdad de condiciones con las listas de partidos políticos. No obstante a esto, considero que no debemos olvidar que en el proceso constitucional no se aborda solo el diseño político-institucional, sino en la titularidad del poder económico y en la forma en que éste condiciona la estructura de las demás relaciones sociales, atravesadas por el poder.

 

Publicado originalmente en Revista Cuaderno Diciembre 2020,  Especial Estallido Social. Descarga gratuita.

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