Raúl Bulnes Calderón, Arquitecto
Presidente Directorio Fundación Pablo Neruda
Este día será recordado como la gran movilización nacional de amplios sectores de la población, principalmente mujeres y hombres jóvenes, que dijeron “basta” y se echaron a andar espontáneamente, primero en Chile después en otros países del continente. Esta “marcha de gigantes” aparentemente no se detendrá sino hasta construir un mundo más amable, más digno, solidario, respetuoso del legado ancestral de nuestros pueblos originarios con relación al cuidado de la madre tierra y el medio ambiente. Un nuevo mundo donde los grandes valores del hombre encuentren espacio para desarrollarse en una sociedad mas justa, igualitaria e inclusiva.
Esperamos que este clamor ciudadano, distante y defraudado del mundo político tradicional, que surgió de la base misma de los desilusionados y postergados, sabrá construir un camino amplio de reencuentro, basado en el bien común, alejado de las odiosas leyes del neoliberalismo imperante hace ya varias décadas. No es una lucha generacional, ya que mayoritariamente “la generación de los sueños” también se siente representada. Neruda diría: “Cuando la tierra florece, el pueblo respira la libertad, los poetas cantan y muestran el camino”. Vale la pena recordar, que las elites y grupos de poder gobernante, desde los inicios de la República, redactaron las constituciones y leyes que les permitieron proteger sus intereses, logrando muchas veces manejar la sociedad en la sombra, aunque aparentemente no ejercieran el poder político.
El desencanto de hoy, a cierta manera de hacer política de los últimos años, no significa que ahora no estén presentes las grandes luchas populares y progresistas, como los difíciles primeros años del Movimiento Obrero a principios del siglo pasado, que los poderes fácticos de esos momentos trataron inútilmente de acallar con criminales matanzas y persecución a sus dirigentes.
También hoy los acompañan las luchas del pueblo y del progresismo, que lograron importantes avances durante algunos gobiernos radicales, sobre todo en el de Pedro Aguirre Cerda, en el campo de la salud y la educación.
Todas estas conquistas impulsaron, durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, un proceso de reforma agraria, y se producen las condiciones objetivas para que el movimiento popular triunfe en 1970 con Salvador Allende: la nacionalización del cobre, la profundización de la reforma agraria, el surgimiento de empresas manejadas por sus propios trabajadores y grandes avances en el campo social, con la vivienda, la salud y la educación como banderas, ponen por primera vez en peligro real los privilegios de los grupos de poder de los sectores más retrógrados de la sociedad.
Éstos comenzaron, junto al imperialismo, con la CIA a la cabeza, a crear las condiciones para arrastrar a ciertos sectores de la derecha y clase media, más militares golpistas, logrando consumar el fatídico golpe de estado de 1973: asesinaron a muchos compatriotas, torturaron, hicieron desaparecer a miles de compañeros, practicaron el terrorismo de estado, eliminando a sus oponentes, incluso en otros países. Murieron también todas las instituciones de la República, con el Congreso a la cabeza.
Estos falsos demócratas, no trepidaron un solo momento, para ejecutar esta labor criminal y antidemocrática. El poeta agregaría: “Cuando la tiranía oscurece la tierra y castiga las espaldas del pueblo, antes que nada se busca la voz más alta y cae la cabeza de un poeta al fondo del pozo de la historia”.
Es por eso que este camino surge de los secretos manantiales subterráneos, rescatando la voz de los compañeros muertos durante esta larga lucha desigual, honrando a quienes lucharon contra la dictadura, en Chile y en el mundo, junto a las organizaciones políticas y sociales, incluida la vicaría de la solidaridad y los curas obreros.
Recordando el triunfo del “No” en el plebiscito de 1988 y los difíciles y fructíferos primeros gobiernos de la Concertación por la Democracia.
Por lo que este mundo que hoy surge tendrá la fuerza de la razón y de las grandes mayorías defraudadas, que hoy están dispuestas a construir una sociedad donde el bien común sea el motor de desarrollo sustentable, para lograr al fin Constituciones que surjan de asambleas constituyentes, que garanticen la salud, la vivienda y la educación y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.
A este gran movimiento se suman los Colegios profesionales, destacando la labor autorizada y profesional del Colegio Médico, durante la pandemia y las movilizaciones. También deseamos señalar el surgimiento desde las bases de los colegiados, de la agrupación Arquitectos por Chile-Digno, que lleva como bandera la recuperación de la voz pública de los arquitectos, protegiendo el patrimonio y el desarrollo de las ciudades identificándose con un Estado garante y protector del desarrollo urbano, en lugar del Estado cómplice de la gran especulación inmobiliaria, como ocurre al amparo del libre mercado.
Este Gran Camino que hoy se abre en Chile y América, debemos protegerlo desde sus inicios.
Es un camino difícil, con grandes obstáculos,pero profundamente necesario. Es el camino de la Unidad y Dignidad, sin privilegios. Es el camino que hoy las grandes mayorías desean recorrer hasta conquistar una definitiva primavera, recuperando al ser humano en equilibrio con la naturaleza, asegurando la vida en nuestro planeta.