Siete poemas de Jaime Quezada
Poeta, ensayista y crítico literario, nació en 1942 en la ciudad de Los Ángeles, Región de Biobío. Su vasta obra comprende sendos estudios literarios sobre diversos autores como Gabriela Mistral, Roberto Bolaño o Jorge Teillier, etc. Libros de su autoría poética publicados en Chile y el extranjero. La formación de innumerables camadas de poetas en los talleres y encuentros que ha guiado, en especial el Taller de la Fundación Pablo Neruda que codirigió desde 1988 al 2020. Un poeta que ha sido puente de encuentro entre las voces del siglo XX y XXI, no solo chilenas sino latinoamericanas, con innumerables premios y reconocimientos en su trayectoria.
SIN CORONA DE ESPINAS SIN CORONA DE ROSAS
Escribo para un futuro que fue ayer
Año de 2033 ¿O treintaitrés?
Cuando mi voz tenía el sonido de una sirena de alarma
y/o el lenguaje bursátil
Y nadie se atrevía a levantar su rama de olivo
porque era una rama de olivo
Y un cristo cotidiano (y no un Dios) era el hombre
Sin corona de espinas sin corona de rosas
Celebrando la derrota del becerro de oro
a los pies de su becerra de plata
Llorando por el triunfo de la resurrección
de su tátarahermano
Y el carbono 14 irradiando a kilómetros luz
su adjetivo hueso muerto
Como la palabra Dios en una película muda
(Aunque todo el universo era Dios).
(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985)
TEMPRANÍA
Yo era un niño sentado en una sillita de paja
en medio del jardín
Se reían de mi baba
Me tiraban piedras y manzanas
Devolvía yo las piedras
Y me comía las manzanas
Después fui un muchacho lleno de sueños proféticos
Ahora me siento diariamente a la cabecera de la mesa
En una silla eléctrica
Pidiendo a gritos que me tiren piedras y manzanas.
(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985)
ASÍ DE COSAS DE ARRIBA COMO DE ABAJO
Parece que suena un teléfono en medio del campo
O un eco de montaña en la ciudad muerta:
Escucho clarito que alguien me llama por mi nombre
Subo al techo de una casa antigua
Y sólo quiebro tejas
A un árbol frutal de un patio vecino
Y tres veces un centinela pregunta quién vive
Al último peldaño de una escala telescópica
Y hay llamas como de incendio
A la terraza de un edificio de veinticinco pisos
Y una paloma está muerta si de esmog si de pólvora
Al punto más alto de la cordillera de Nahuelbuta
Y veo nubes puras nubes
No encuentro huella alguna
Tengo hambre
Tengo sed
Quiero por fin subir a un madero en un camino rural
Y el madero está ocupado por un hombre moribundo
No vuela un pájaro
Me siento más solo que nunca
No sé de veras qué hacer:
¿No me llamaba alguien hace un rato por mi nombre?
Formo corneta con mis manos
Saco pañuelos
Grito a todo pulmón mi santo y seña
mi estatura mis brazos abiertos
Y me voy sin esperanza a un establo cercano
Hago fuego
Ordeño una vaca
Me siento a ras de suelo a beber un poco de leche
De mi barba cae un pelo (igual
como cae de un ciruelo una hoja) a la jarra caliente
Y el pelo es en la leche un rayo de sol.
(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985)
EL AMOR SE BURLA DEL FIN DEL MUNDO
Ahora que la joven Edith Piaf canta
una vieja canción de amor
Pienso en un viaje
que realizaré en un siglo venidero
Cuando toda la tierra sea de seguro esa canción
Y nadie ya me recuerde ni siquiera me busque
El día de ese siglo
los claustros a la par que los burdeles
las metrópolis al igual que las aldeas
Serán consumidas por esa canción de amor
Y yo andaré a la manera del pecado original
Burlándome del fin del mundo
Porque sólo el amor (en una canción de Edith Piaf)
puede burlarse del fin del mundo.
(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985).
YO JUAN LLAMADO DE LA CRUZ
En los campos de la prisión de Toledo
Yo Juan llamado de la Cruz
Me pasé los días dando de comer hierbas a los asnos
(Si los asnos rechazaban las hierbas
era señal de hierbas venenosas)
No me daban siquiera un plato de lentejas
Tan flaco estaba que caminaba por el aire
Tocaba a Dios con los pies y con las manos
Comía sólo las hierbas que los asnos comían
Y no era ningún asno
Aunque me encerraban como un asno en una celda
A latigazo limpio echando afuera mis demonios:
Nada y nada hasta dar un pellejo y otro por mi Amado
Rebelde desobediente contumaz me gritaban
mis guardianes únicos demonios
No pudieron aplicarme la ley de la fuga
(Que muchas ganas al parecer tenían)
Yo mismo me fugué por mis propios medios de la cárcel
Sin traje de soldado sin traje de travestista
Con mi pobre sayal de arpillera de Almodóvar del Campo
Y como caminaba por el aire no dejé huella alguna
A no ser mi amor de Dios flotando en ese aire.
(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985).
TABLA DE ASTRONOMÍA O PEQUEÑA HISTORIA CHILENA DEL COMETA HALLEY
En el verano de 1910 el cometa Halley
apareció en los cielos de Chile
Ese mismo año murió el presidente Pedro Montt
En 1758 hubo una lluvia de aerolitos
Y piedras de fuego quemaron los muchos bosques
del verde territorio
También una sequía en 1834
Y una plaga de ratas y ratones asoló campos y graneros
al igual que en el verano de 1986
Sólo que ahora incluyendo cárceles secretas
cuarteles estadios de fútbol conventos y ciudades
(Y la muerte del presidente)
En el año de 2062 el cometa Halley
aparecerá otra vez en los cielos de Chile
Para entonces yo Jaime Quezada
sobreviviente chozno de tanta historia
Estaré a la sombra de una nube atómica
Rascándome con una teja en medio de la ceniza
O muy sentado en una mecedora silla de neutrones
A la sombra de un nuevo manzano en flor
Recordando la infancia de mi padre
Cuando se hacía retratar bajando de un caballo en 1910.
(Huerfanías. Ed. Pehuén, Santiago, 1985).
SOLITARIO
Alguien toca los vidrios de la ventana
Yo estoy desnudo escribiendo una carta
A un amigo muerto hace un montón de años
Me asomo a la ventana y no hay nadie
Sólo un gato camina por el muro vecino
Debe ser el viento digo
Vuelvo a sentarme a la máquina
Alguien ha borrado lo que yo había escrito
Se nota claramente que lo han borrado
Quién diablos ha hecho esto
Abro el closet
Busco debajo de la cama
Muevo la mesa
Debo estar viendo visiones
Hace tres días que no como
Empiezo de nuevo a escribir la carta
Le cuento lo difícil que está la vida
Que sería bueno pensar en un viaje
Ahora mueven la puerta
Alguien da golpes con la aldaba
Pregunto que quién es
Nadie responde
Mi cuerpo se pone carne de gallina
Disimulo tener valor y abro la puerta
Adelante digo bondadosamente
No entra nadie
Debo estar loco
Estoy perdiendo el juicio
Me hace falta una mujer
Haré pedazos esta carta
Retiro el papel de la máquina
Apago la luz
Dudo si masturbarme o rezar
En ese momento me acuerdo de una película en la T.V.
Enciendo el televisor
Mañana escribiré la carta.
(Astrolabio. Ed. Nascimento, Santiago, 1976).
*
“La poesía es acto de legítima defensa contra los vivires o desvivires de este mundo”.
Entrevista a Jaime Quezada.
https://cultura.fundacionneruda.org/2020/05/21/la-poesia-es-acto-de-legitima-defensa-contra-los-vivires-o-desvivires-de-este-mundo-entrevista-a-jaime-quezada/