Noviembre 7, 2024

«La colorina» en La Sebastiana

 

Durante 1999 invitamos por primera vez a Stella Díaz Varín a leer en el Centro Cultural La Sebastiana. Ahí la conocí.  Era una mujer fascinante, juguetona y llena de historia. Con una voz muy grave y un par de tics verbales repetidos innumerables veces a lo largo de la conversación: “mitzi-mitzi”, “guau-guau”, etc.

Con un cáncer recién diagnosticado, que en ese momento en que el siglo XX se acababa, se le venía encima, y una vista deteriorada y exigua.

Escuchando ahora la grabación de ese recital, me percato que en la lectura soy una suerte de “apuntador” o “consueta”, el trabajador de los teatros, que tras la “concha”, en el escenario, le “soplaba” el texto a los actores. Cuando Stella lee, hay momentos en que se calla porque no alcanza a distinguir las palabras del texto. Ahí aparece mi voz en susurros, diciendo la palabra que obstruye el fluir de la memoria o la lectura.

Ese día, habíamos quedado de juntarnos a las 18:00 hrs. en el Terminal de Buses de Valparaíso. Sin embargo, a las 14:00 hrs. llama un hombre a mi casa y me pide que acuda a un local que se encuentra frente al Terminal de Buses del puerto, a cancelar una cuenta de una señora que pedía que me llamara. Fui a buscarla, y había tomado un par de cervezas y comido un pan. Stella quería ver el mar y nos encaminamos hacia Las Torpederas. Caminamos un poco desde la Caleta El Membrillo hasta la Playa Carvallo, donde descansamos un rato. Y luego, enfilamos hasta Las Torpederas pues quería volver a mirar esa playa. Obviamente conversamos de Neruda, de Lihn, de Teófilo Cid, de Matilde, de Delia Domínguez, de Nicanor, de Jodorowsky, del golpe militar, del cáncer. De todo lo que alcanzaba a preguntarle, tratando de no perturbar el registro de un tiempo inequívoco y pretérito, adornado por un largo sendero de fantasmas.

 

“Es así

Que la vida es en su muerte

Una pura substancia

Un sereno ocurrir, naturalmente

Un ritual

De poderes ocultos en su origen

Un círculo elemental

Un curioso bullicio

Un germinar muriendo.

 

Es así

Que estoy viva

Y en cada vida

Se me va la muerte”.

 

Los invitamos a escuchar la voz de Stella Díaz Varín, en ese recital de 1999 en La Sebastiana.

 

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