Neruda le debe a Sara Vial, el haber encontrado La Sebastiana, antes que el poeta la bautizara así, en recuerdo de Sebastián Collado, el constructor de la casa.
Se conocieron en 1955, cuando el pintor Camilo Mori se entusiasmó con sus poemas y se los llevó al poeta, quien compartió su sorpresa y manifestó el deseo de conocerla y prologar su primer libro. Es el comienzo de una amistad que durará hasta la muerte de Neruda.
Nacida en el Cerro Alegre de Valparaíso, Sara Vial se inició en el periodismo como redactora en el diario La Unión, de Valparaíso, y se desempeñó por 12 años como corresponsal del diario La Nación, de Santiago. Obtuvo muchos galardones como el Premio Gabriela Mistral de la Municipalidad de Santiago, el Premio Municipal de Valparaíso Joaquín Edwards Bello, el Premio Regional de Literatura, el Premio Regional de Periodismo Daniel de la Vega, el Premio Alejandro Silva de la Fuente, otorgado por la Academia Chilena de la Lengua, y el Premio a la trayectoria poética por la Universidad Mayor de Santiago.
Escribió, entre otros, los libros: La ciudad indecible (con prólogo de Pablo Neruda), Un modo de cantar (con prólogo de Juvencio Valle), En la orilla del vuelo (con prólogo de María Luisa Bombal), Mi patria tiene forma de esperanza, Grabados y poemas (con grabados de Ginés Contreras), El hierro deshojado y Espumas y queltehues. Publicó, además, los libros El violín de la memoria, Neruda en Valparaíso y Neruda vuelve a Valparaíso.
En 1959, Neruda le escribió a Sara Vial, pidiéndole que buscara un lugar para instalarse en Valparaíso. Dice Neruda:
Siento el cansancio de Santiago. Quiero hallar en Valparaíso una casita para vivir y escribir tranquilo. Tiene que poseer algunas condiciones. No puede estar ni muy arriba ni muy abajo. Debe ser solitaria, pero no en exceso. Vecinos, ojalá invisibles. No deben verse ni escucharse. Original, pero no incómoda. Muy alada, pero firme. Ni muy grande ni muy chica. Lejos de todo pero cerca de la movilización. Independiente, pero con comercio cerca. Además tiene que ser muy barata. ¿Crees que podré encontrar una casa así en Valparaíso?
Sara encontró esa casa, pues era amiga de María Antonieta Collado, quien le vendió la casa a Neruda.
El año 2011, se celebraron los 50 años de La Sebastiana (inaugurada como tal el 18 de septiembre de 1961). Sara Vial, quien entonces casi no salía de su casa, envió un soneto de regalo, que reproducimos acá:
SONETO A LA SEBASTIANA
EN SUS 50 PRIMAVERAS
En septiembre te abriste en una flor
que prosigue volando en el vacío.
Carabela de piedra y desafío,
nacida de ola en ola, del amor.
Valparaíso tiene en tu fulgor,
su mascarón de proa más bravío,
cincuenta son tus años, y tu brío,
es escalera y barco y nube y sol!
Neruda nos dejó tu caracola
para que el calendario de las olas
guarde la primavera en tu cintura.
Y en ti canten los cerros volantines,
y tu bandera en todos los violines,
y tu guitarra en toda tu estatura.
Sara Vial
Con todo mi cariño en este día, en que estaré de todos modos con ustedes, con este soneto que les llevará mis deseos de felicidad y un huracán de recuerdos a los que estuvimos en el corazón de los sueños de don Sebastián y Neruda.