De la colección de libros de la Biblioteca de Poesía Chilena de La Sebastiana, destacamos el libro Adornos en el espacio vacío (El Mercurio Aguilar, 2002), de Gustavo Barrera.
Por Andrés Urzúa de la Sotta
A menudo, cuando pienso en la escritura de este libro, se me vienen a la cabeza los cuadros de Escher. Esos dibujos imposibles, recursivos y a ratos siniestros, donde queda en evidencia nuestra incapacidad para apreciar las imágenes que escapan de nuestra lógica habitual.
De algún modo, Adornos en el espacio vacío es la tentativa de llevar al papel la propuesta de Escher, de construir con palabras un espacio recursivo, una suerte de efecto droste textual, en cuyo vórtice se encuentra un vacío que además de retratarnos nos recuerda que somos incapaces de tolerar el vacío, que tendemos a llenarlo de
ornamentos o que simplemente no podemos admitirlo. Y por tanto lo negamos, lo ignoramos, lo evadimos. Porque tal como advierte Juan Luis Martínez, cuando dice que«tenemos que entender que no tenemos nada que entender» estos textos de Gustavo Barrera nos enrostran ese vaciamiento general de la realidad, mediante el cual podemos asumir nuestro sinsentido, liberándonos de la necesidad de impostar un camino trascendente o de la urgencia por llenar un espacio vacante.
Esto, en mi opinión, es lo que nos sugieren estos adornos: la posibilidad de disfrutar del vértigo que provoca el vacío en el cual estamos inmersos. La oportunidad de paladear ese vacío. Aunque aquellos nos provoque, por momentos, la sensación de habernos introducido en un espacio trastocado, retorcido y sin salida aparente.
*Puedes leer una selección de poemas de este libro y de otros títulos del autor en el siguiente enlace: http://www.letras.mysite.com/gb080807.htm
