Eugenio Dávalos Pomareda
Iquique, 1961.
A los 18 años llegó a Santiago para estudiar Licenciatura en Ciencias Físicas en la Universidad de Chile. En 1981 se cambió a la carrera de Pedagogía en Castellano. Durante sus estudios de ciencias, participó en el Taller Literario «La Paloma». Junto a Miguel Vera, Omar Tomé y Nelson Figueroa crean la Revista Literaria Trompas de Falopio. En 1983 crea la Revista Añicos o el Espejo Armado junto a Marcos Bugueño y Abelardo Montenegro entre otros. Forma parte del Colectivo de Escritores Jóvenes de la Sociedad de Escritores de Chile. En 1986 participa en el Taller Literario «Horizon Carré» del Instituto Chileno Francés de Cultura. Becario de la Fundación Pablo Neruda en 1989. Publica su primer libro en 1990 La Copa de Neptuno. 1992, Naturaleza Muerta. 1994, Escritos sobre Arenal (Fondart). 2004, El Hombre Sin Misterio. 2007, In Memoriam: Santa María de Iquique. 2015, Mitos o los ojos de la piedra. 2019 publica su último libro Estación Central. Crea Nube Cónica, Revista de Poesía y Arte junto al poeta Samuel Leal con cuatro números publicados durante 2020.
UN ÁRBOL DE CEREZO
En esta cosa diaria de la vida y de la muerte
Un árbol de cerezo en pleno invierno
Aguardamos quizás por esos frescos brotes
Y redimidos somos la floración rosada en la cresta de la
Cordillera de los Andes al atardecer
Si un hijo muere o un padre se suicida
No habrá ese otro posible encuentro de hombres que se aman
sino la nutrida podredumbre de la tristeza: una casa que ya
nunca nadie construirá
Letreros de luces led por la noche: sonreímos
Todo se termina / no quisiéramos que fuese de esa manera
menos un ser querido / lo acompañamos al hospital / pasamos
días en la UTI / nadie nos dice nada /el árbol crece con una
fuerza interior silenciosa / conmovido muerdo mis uñas / fumo
aturdido: brotes de luz solo en las pipas de agua
Viejas puertas llenas de grafitis
Incertidumbre / pero insustancialidad / ya mañana
regresaremos como soldados derrotados / llenas las cabezas de
nostálgicas esperanzas / llenas también de batallas inútiles e
insulsas satisfacciones / a querer empezar de nuevo
hartarse de hábitos mecánicos sin sentido
A comer sentados ante una mesa llena de fantasmas
A vivir como si estuviésemos muertos
A morir sin un acordeón sonando o un ser querido que deje por
uno la ilusión prendida a una mesa de arrimo / brutal maraña
de existencia escrita en ninguna parte / un doblar la esquina
para dar
Con una banda de jazz al té de las cinco de la tarde tocando
El sombrerero loco de Chic Corea
O bien ocultando la vida travestida en los malls
Amanecer contigo abrazados sin perder el tiempo
Amándonos: una broma antes del desayuno
Cubrir col cal los esqueletos / adornarlos en su abrazo
Al tiempo identificarlos con un número
Esta eres tú mi amada un fémur con el número 14
Y este hueso roído soy yo querida con el número primo 2
Las naranjas en el anaquel / almuerzo del guardia de turno
En la bodega del museo
Eso / por lo menos: intrascendentalidad