Noviembre 23, 2024

Juan Arabia, el traductor detrás del poeta

 

 

Por Ernesto González Barnert

 

 

En diciembre del presente año pude leer Cathay de Ezra Pound, traducido por Juan Arabia, en su sello Buenos Aires Poetry, 2020. Libro maravilloso en el que Pound traduce o reinterpreta a su vez la poesía de tradición Tang como puntal también de su propia curiosidad, mirada y búsqueda lírica, de echarse al hombro la poesía de su tiempo, indiscutidamente, más allá de lo anecdótico o biográfico, su diatriba fascista e internación en el manicomio que opaca su labor de difusor, traductor y de pope con sus cantos de las letras en el siglo XX. Ezra Pound, un poeta generoso, atento, trabajador, logra con Cathay que la poesía china sea una viga más en el mundo poético occidental e incluso aún podamos ver su influjo detrás de nuestra poesía chileno-mapuche.

Quise entrevistar a Juan en tanto traductor de éste libro crucial y de poetas como Rimbaud o del canon medieval o beats, con la habilidad y sentimiento que logra transmitir con maestría de un idioma a otro en poesía, con lo difícil que es. Un poeta generoso y abierto que ha abierto un canal latinoamericano y mundial, desde Buenos Aires Poetry Press.

Para los que aún no se enteran, Juan Arabia (Buenos Aires, 1983), es poeta, traductor y crítico literario. Autor de numerosos libros de poesía, traducción y ensayos, entre sus títulos más recientes se encuentran: Il Nemico dei Thirties (Samuele Editore, Collana Scilla, 2017), Desalojo de la naturaleza (Buenos Aires Poetry, 2018), L´Océan Avare (Al Manar, Voix Vives de Méditerranée en Méditerranée, 2018) y Hacia Carcassonne (Pre-Textos, 2020). Egresado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, ejerce la crítica literaria además en el Suplemento de Cultura del Diario Perfil y en Revista Ñ de Diario Clarín donde también ha sido un importante difusor de lo que pasa en Chile poéticamente, de sus poetas.

Durante la presente pandemia puso a disposición casi todo su catálogo descargable, alcanzando las más de 100.000 descargas de libros de poesía de distintos autores y traducciones. Un acto mayor y elogioso que merece nuestro aplauso.

 

Más allá de tus propios escritos, en tanto traductor, ¿qué te interesa salir a buscar o encontrar? 

 

En general salgo a buscar más insumos para mi formación. Todo lo que hago (sea en crítica literaria, traducción o poesía) se relaciona de una manera muy específica. Aunque eso incluye causalidades. No hubiera ido a Charleville sin conocer la obra de Rimbaud, pero sólo yendo a ese lugar volví con ánimos de traducirlo. Me parecía más sencillo, y a la vez necesario. Podría decir lo mismo con los trovadores occitanos, o con los clásicos chinos, o la reciente traducción de Cathay.

Esto quiere decir que, a diferencia de muchos traductores, sólo trabajo con lo que me interesa, jamás haría un libro a pedido o porque pueda funcionar en el mercado.

Por otro lado, puedo decir esto porque todas mis traducciones son y serán para Buenos Aires Poetry.

 

Qué idea motriz poética compartes con Pound, un Ezra que también se veía escrituralmente a sí mismo, a través del ejercicio de traductor? 

 

Con Pound comparto, precisamente, esta búsqueda constante que nace con fines formativos. Pound traduce sólo aquello de lo que le interesa nutrirse, aquello que sirve (y por tanto falta) para su propio trabajo.

 

 

Rimbaud, otro de tus grandes proyectos, ¿qué importa que no olvidemos hoy de su ideario poético? 

 

Yo creo que, y más allá de sus avances estéticos, lo que no hay que olvidar es el consecuente proyecto de Rimbaud, esto es: hacer de la obra de arte o de la poesía una forma de vida. Rimbaud miraba con muy malos ojos muchas cosas que persisten actualmente en el campo de la poesía.

 

 

 

–Otro interesante trabajo tuyo ha sido profundizar en la poesía beat, más allá de los tótems Kerouac y Ginsberg. ¿Qué poetas de esa corriente hoy te son más afines, necesarios de leer? Sé que tú trabajo rescatando a las poetas es muy importante y seguido en tu web.

 

No todos los poetas que se incluyeron en esa edición me gustaban. Pero era parte del proyecto y del marco teórico (considerar a la generación beat como un proyecto emergente, cultural y social).

Hay poetas que sí me gustan, sobre todo Kerouac, Ginsberg, Lamantia, Di Prima. Aunque son todos autores bastante disparejos, y en realidad muchos de ellos prevalecen por haber nacido “americanos”. Si sumamos a todos ellos, incluso a los que quedaron fuera de la etiqueta, no llegamos a un Pound o a un Eliot.

 

¿Un libro que sueñas traducir? 

 

Siendo literal en mi respuesta, me gustaría traducir “La Chasse spirituelle”, un poema de Rimbaud que se perdió, y que según Verlaine era uno de los mejores de él.

 

 

¿Un libro que intentaste traducir, pero no has podido terminar? 

 

Me pasó con algunos poemas de trovadores provenzales. Estoy intentando mejorar, así puedo dar en los próximos años un libro sobre los trovadores clus.

 

 

¿Cómo definirías tu propio trabajo conceptualmente de traductor? 

 

Como el de una constante formación poética.

 

¿Qué le dice el poeta al traductor y viceversa? 

 

Que se tomen más riesgos, riesgos poéticos (en tanto ritmo, pausa versal, música), sin traicionar el sentido original.

 

 

¿Qué libros estás pensando en agregar en traducción al catálogo de Buenos Aires Poetry? 

 

Un libro sobre los trovadores occitanos de la escuela del “trobar clus”, una antología de Serge Gainsbourg, quizás algún libro de Diane Di Prima (aunque me está cansando un poco seguir dando prioridad a poetas norteamericanos).

Con Pound pienso seguir, ya que murió sin status legal en los Estados Unidos.

 

 

¿Pusiste durante esta pandemia cientos de títulos descargables gratuitamente de tu catálogo? Cómo evalúas esa quijotada hoy? 

 

 

Bueno, la gente recibió eso muy bien. En general uno tiende a olvidar que hace todo esto por un público distinto, al que no conoce. Y ese público no sólo estuvo muy agradecido, sino que descargó más de 100.000 archivos. Creo que muchos conocieron los libros de Buenos Aires Poetry gracias a todo esto.

 

 

 

Por último, ¿cuál es el poema de los que has traducido, que más te emociona, te llega al corazón? 

 

Rápidamente pienso en dos: “Larme” de Rimbaud y “Provincia Deserta” de Ezra Pound.

 

 

 

Compartir:

Últimas Publicaciones