Septiembre 22, 2024

Tres poetas premiados en el Concurso Juvenil de Poesía Pablo Neruda: Entrevistas a Constanza Fernández

 

 

Por Ernesto González Barnert

 

Una de las iniciativas centrales de la Fundación Pablo Neruda ha sido promocionar y apoyar los nuevos talentos poéticos desde 1988. Con ese fin, hemos dispuesto de un sinfín de actividades, eventos, encuentros, talleres, premios, etc. Desde hace 8 años creamos con el CONCURSO JUVENIL DE POESÍA PABLO NERUDA. Y que por razones obvias este año no podremos hacerlo en el contexto de pandemia y social que vive Chile y el mundo. Esperamos volver a la brevedad, apenas se den las condiciones, para retomar nuestra agenda de apoyo a los poetas.

Con la finalidad de promover, difundir y estimular la joven poesía nacional, la Fundación Pablo Neruda y la Fundación Democracia y Desarrollo, instauraron por el “Concurso Juvenil de Poesía Pablo Neruda”, para estudiantes secundarios de todo Chile. Este premio busca incentivar la poesía dentro del ámbito de la educación, apoyando la escritura de autores emergentes y fomentando la lectura de autores nacionales. También colaboran con este concurso el Instituto Nacional y el Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile.

Un certamen con 11 premiados desde hace 8 años con un importante estímulo monetario, una biblioteca de poesía chilena y latinoamericana y diploma, además de un evento donde los nuevos poetas departen con su gente y con sus colegas.

Nuestro compromiso no se agota aquí, por consiguiente, siguiendo el espíritu nerudiano que nos ánimó, quisimos conversar con tres poetas que fueron destacados en dicho concurso y saber de su quehacer creativo y la visión que tienen de este Concurso para estudiante de todo Chile, independiente de su nacionalidad, de 1 a 4 medio de enseñanza media.

Los invitamos a saber de la poeta Constanza Fernández Navarro.

 

Constanza Paz Fernández Navarro (2001, Santiago). Estudiante de literatura que participa activamente en lecturas, intervenciones y colectivos poéticos que se realizan en Santiago, al igual que en diversos talleres de poesía en Bellavista y Fundación Pablo Neruda.

Estuvo presente en el 3° Festival La Chascona 2019 y como voluntaria en el FIP 2019. También ha sido publicada en la antología de Poesía Juvenil “Mi canto no termina”, en el fanzine “Poesía de Invierno” y en la publicación colectiva ECLIPSE TOTAL, confeccionado en el taller LEA 35°. Además de tener publicaciones en diversas revistas y páginas web (Lector.cl, Polianteas, Santa Sherwood 6, Revista La Cimarra, Liberoamerica, etc.). También forma parte del emergente colectivo (Instagram) “Poesía A Las Calles”.

En el 2017 gana una mención honrosa en el 5to Concurso Juvenil de Poesía Pablo Neruda. En el 2018 gana el primer lugar en selección Poesía en el V Concurso Literario Kimün, Cajón del Maipo; además del tercer lugar en el “II Concurso Literario Juvenil Cementerio Metropolitano 2018” en la categoría poemas de 15 a 18 años.

 

–¿Qué significa para ti escribir poesía?

La poesía en sí es algo que no conozco, o que bien no sé reconocer, así que por esto no sé si lo que escribo alcanza a ser poesía. Pero en este caso, confeccionar poemas tiene una función sanadora, en primer lugar, de situaciones e ideas que necesito cerrar y darles forma. Lo segundo, respecto a lo que digo en el primer enunciado, escribir poemas es, para mí, tantear puertas que me lleven a la verdad, o a algún grado de verdad / realidad, sobre qué es y dónde está la poesía. Son intentos de crear caminos, o puertas, hacia lo poético que, supongo, es donde habitan respuestas no verbales a muchas preguntas que me surgen y preguntas que están por surgir; o igual puede ser que la poesía contenga aún más preguntas que respuestas; por esto, digo que no lo sé, y que un poema no necesariamente contiene poesía. Entonces, escribir para mí es eso, tantear caminos con ideas, con sensaciones, con paisajes, que ojalá –e idealmente- lleven a una experiencia poética al lector.

 

–¿Qué significó para ti la participación en el Concurso juvenil Pablo Neruda?

La posibilidad de participar en el Concurso juvenil Pablo Neruda fue un evento muy azaroso en mi vida (y no me refiero al azar en una forma ligera, sino que de una forma repentina e inesperada), pues era algo que yo no conocía, y que llegué a él a partir de un compañero de los Talleres En Creación de Bellavista -que fue donde partió este camino de la escritura para mí-. Participé sin mayor expectativa, y finalmente fue el hecho clave que me dio paso a conocer mucha gente que estaba en lo mismo que yo; ir a eventos, lecturas, tener vivencias y experiencias que me marcaron hondamente. Fue lo que me hizo pensar en que lo que yo estaba haciendo podría tener un futuro y cabida en este territorio. Fue más bien algo simbólico y revelador; me hizo recabar y darme cuenta de varias posibilidades, varios modos de vida, sin la necesidad de juzgar en un bien-o-mal, sino de aceptar lo que viniera y lo que se fuera; de compartir los procesos y visiones sobre la escritura, de compartir poemas significativos entre gente y espacios que estaban a la disposición. Fue muy importante para mí, y de alguna manera vino a concretar algo de mi proceso.

 

–¿Cómo es tu relación con la obra nerudiana?

La verdad he leído bien poco a Neruda, así que no tengo un vínculo real con su obra, pues mi foco siempre lo he mantenido en autores que se me van presentando por cosas del destino, o por cosas de etapas. Entonces, supongo que Neruda llegará a mí cuando tenga que hacerlo, y si no llega, bien también. Trato de estar atenta a cada libro y poema que quiera llegar a mí.

 

–¿Un poema o verso que te acompañe como mantra en estos días aciagos?

Últimamente he leído varias cosas, pero siento que de los versos que más me han mantenido ocupada, pensando y sanando, es uno del libro Requiem, de Humberto-Díaz Casanueva, que dice: “(¡Si no pude decir adiós es porque el adiós no existe entre nosotros)”.

 

 

 

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