Por Ernesto González Barnert
(Mérida, Yucatán, 1997). Es un poeta y gestor cultural mexicano. Recientemente publicó Transcurso de un retrato cortado, publicado por la editorial argentina Buenos Aires Poetry. En el 2019 obtiene el premio internacional de poesía Harold Von Lor. Su trabajo se encuentra en antologías como: Poetas allende de los mares (España, 2018) Poesía nómada (Argentina, 2016), Memoria del 15 festival internacional de Quetzaltenango (Guatemala, 2019) y Poetas en el Cosmovitral (H. Ayuntamiento de Toluca, 2018).
–¿Cómo vives la pandemia en México?
Ha sido una situación muy dolorosa, sobre todo cuando ves que de tu círculo cercano hay muchos que han resultado afectados, sin embargo, son tiempos de profunda reflexión, pues considero que este acontecimiento da fe de que el hombre ha hecho las cosas mal con la naturaleza, nos hemos vuelto muy materialistas y nos hemos olvidado de lo más importante que es nosotros apropiándonos de nuestros valores más íntimos como el amor y la paz.
–¿Cuáles son algunas de las grandes directrices de la escena azteca en estos días
a nivel conceptual, si existen a tu juicio?
Más allá de las directrices, siento que hay una revaloración muy importante y cada vez más creciente de las culturas originarias. México siempre ha sido un país con un arraigamiento inmenso hacia las costumbres ancestrales, y eso también junto con este pensamiento descolonizador que nos interpela ha sido fundamental para repensar en el valor de nuestros pueblos originarios, lo cual es sumamente necesario para mantener no solamente una identidad nacional sino para darle un sentido a nuestra vivencialidad diaria.
–¿Qué poema tuyo leerías en una sala de clases?
Uno que se llama “Poema” y es un homenaje al gran poeta mexicano Raúl Renán, ya que me trae recuerdos muy importantes de cuando empecé con la escritura, se podría decir que gracias a la inspiración que me dio leer este poeta es que me inicié en la poesía.
–En tu caso, ¿Qué le dice el gestor cultural al poeta, y viceversa? ¿Se llevan bien?
Sí, pues creo que una pasión siempre debe llevarte a trascenderla, en mi caso todo empezó con la poesía, pero gracias a esas ganas y tenacidad de llevarla a nivel internacional en mi tierra (Yucatán, México) tuve la oportunidad de ser artífice del festival internacional de poesía de Tecoh, un evento donde participaron distintas disciplinas, artísticas y actores del arte de distintos continentes y partes del mundo, lo cual me reconfortó mucho, al ver que la gestión cultural también tiene un impacto importante cuando la sabes proyectar bien en el ámbito comunitario, turístico y económico, siempre he pensado que la gestión cultural como mediadora entre las instituciones de gobierno y la comunidad influye de manera muy radical en el desarrollo social.
–¿Qué libros, arte, música le estás hincando el diente esta temporada?
En la música he regresado mucho a artistas como Luis Alberto Spinetta, Carlos Gardell, Agustín Lara, María Grever, he estado además de reflexivo muy romántico y poético en este confinamiento. En cuanto a autores, he estado leyendo el libro de Crónica del relámpago: cantos del fuego amotinado del gran antropólogo, doctor y poeta Rubén Reyes Ramírez, una de las plumas imprescindibles del México actual, también me estoy leyendo mucho al poeta francés Paul Eluard, un surrealismo romántico muy desorbitante y de grandes imágenes, al igual que he estado regresando mucho a Lezama Lima, sus poemas nunca me dejan de sorprender.
–¿Un verso o frase llevas como un mantra dentro de ti en estos días aciagos?
“Recibo de todas las cosas su dádiva, en color, forma y en insinuación. Yo, en gratitud, me encargo de ponerles alma con solo verlas.”, Es un verso muy hermoso de Raúl Renán, que nos recuerda que esa gratuidad de la vida, esa donación de tenerla y que es lo más grande que nos acontece, siempre tenemos que celebrarla y darle un sentido, tener una gran pasión de estar aquí, porque todo esto es un milagro, uno no viene ni con los pantalones al mundo y uno no es dueño ni de un solo pelo que tiene en la cabeza.
Además es un verso que tiene un gran valor para mí, pues es el que está en la placa conmemorativa que se develo como recuerdo fundacional e histórico del festival internacional de Tecoh, en donde también tengo el honor de compartir un espacio con él.
–¿Cómo resumirías tu arte poética, en tiempos de reivindicación feminista, en la que se juegan poéticamente las junturas de culturas y latitudes de tus raíces diversas en un mundo globalizado?
En mi poética y personalmente nunca he tenido problema con la reivindicación feminista, me considero una persona sumamente plural y abierta con las distintas manifestaciones culturales y de pensamiento, por lo contrario, estoy muy contento de ver que cada día más, la sociedad en su lucha, va consiguiendo darle más relevancia al género femenino, y eso es algo sumamente necesario si queremos tener realmente una sociedad de respeto, justica y paz.
–¿Qué poetas o escritores nos recomiendas leer de México?
Es un poco difícil recomendar pues la riqueza literaria es muy amplia, pero diré algunos que siempre me han llamado la atención, por ejemplo Coral Bracho, Víctor Toledo, Pura López Colomé, Ruben Reyes Ramírez, Raúl Renán. En cuanto a los poetas jóvenes me gustaría nombrar algunos nombres que están haciendo un trabajo muy formidable e interesante como los de Aldo Vicencio y Alejandro Massa Varela(Ciudad de México), Jesús De la garza( Monterrey), Nicté-Toxqui(Veracruz) , Fernando de la cruz y Marco Antonio Murillo (Yucatán), Natalia Gómez (Campeche), etc.
–¿Un libro que nunca has podido terminar de leer?
Hay un libro muy interesante de filosofía que se llama Religión y nuevo pensamiento, del gran filósofo latinoamericano Juan Carlos Scannone, es un libro muy complejo, porque aborda distintas temáticas que van desde los problemas latinoamericanos, pasando por el problema del mal en la sociedad, y una ausencia de búsqueda de los valores fundamentales para el ser humano, como lo sería el amor. Siempre me quedo releyendo los capítulos, porque me hacen reflexionar bastante del estado actual de nuestra humanidad.
–¿Qué viene a tu mente cuando piensas en “poesía chilena”?
Una gran riqueza y explosión cultural, una aportación mundial fundamental, el manejo de las imágenes y el lenguaje con una riqueza inalcanzable, el creacionismo, Raúl Zurita, etc.
Son tantas cosas que se me vienen a la mente que tendría que repasar detenidamente todo para poder canalizarlo, simplemente diré que la poesía chilena es una de las mejores del mundo.
–¿Cómo ha sido tu relación con la obra nerudiana?
Muy buena, fue al igual que algunos, uno de los poetas que me impulsaron e influenciaron a escribir con tan solo leerlos y obviamente es un personaje fundamental para todos si quieren realmente saber de poesía, sobre todo un repaso tenaz a la vanguardia y posmodernismo.
