Noviembre 23, 2024

“Baby Yoda, me ha alegrado la existencia en estos tiempos” Entrevista a Claudia Posadas

 

Por Ernesto González Barnet

 

 

¿Cómo llevas este período de aislamiento?

Hasta cierto punto con templanza y sin mucha afectación en cuanto al aislamiento, puesto que desde hace varios años trabajo de manera independiente. Por otro lado, la circunstancia coincidió en que estoy realizando dos investigaciones exhaustivas para concretar unos libros, una de ellas prácticamente está terminada y tiene que ver con literatura chilena, ya daré noticia. Por otro lado, pese a la relativa calma, no estoy al margen de la gravedad del asunto ni de sus implicaciones sanitarias ni económicas, y estoy pendiente de las noticias. He sobrellevado la incertidumbre y preocupación que todo ello implica, incrementando mis prácticas de yoga, meditación y sanación, y creo que esto me ha ayudado sobremanera. Incluso las he compartido en mi página de Facebook, por si a alguien les llegaran a servir. Entonces, se ha tratado de sobrellevar el trabajo profesional con el aumento del trabajo cotidiano y administrativo lo que, me parece, a muchos nos ha afectado, y equilibrar mi ánimo para salir con toda la fuerza posible para reconstruir y reconstruirme.

 

¿Qué libros fueron gravitantes para llegar a ser la poeta que eres?

La poesía en general de los grandes maestros hispanoamericanos, entre ellos, Olga Orozco, Blanca Varela, Jorge Eduardo Eielson, Rafael Cadenas, Antonio Gamoneda, Angelina Muñiz-Huberman, Raúl Zurita. Además, tengo el gusto y el honor de haber entrevistado a varios de ellos; dichos testimonios pueden encontrarse en la web. Este último aspecto, mi actividad como periodista literaria que he ejercido a lo largo de los años, ha sido un privilegio para mí, puesto que el haber estudiado y conversado no sólo con grandes poetas, sino ensayistas y narradores de nuestro contexto, ha sido llevar a un curso intensivo y de primer orden de nuestra literatura.

 

¿Un texto tuyo que leerías en una sala de clases para alumnos de secundaria?

Me gusta mucho mi poema “Lament occitan. Sageta”, porque es mi poema gnóstico por excelencia, además de que hablo de la toma del último bastión de los cátaros, una mal llamada “herejía” medieval que me interesa mucho, por el sentido contestatario y anti dogmático de su mensaje espiritual. Incluye las oraciones originales de este grupo, que están escritas en occitano antiguo o lengua de Oc. Cuando puedo, se los leo a los jóvenes, con la concerniente explicación, porque les causa mucha curiosidad e inquietud, y eso me encanta.

 

¿Qué verso o frase llevas como un amuleto en estos días en tu corazón, de memoria?

Un verso, pues de quién más, sino de mi poeta lárico favorito, ya saben quién: “Pues lo que importa no es la luz que encendemos día a día, sino la que alguna vez apagamos, para encender la memoria secreta de la luz”. Cómo amo a ese poeta. Lo leo y una y otra vez, no me canso, es tan asequible, pero a la vez tan simbólico y complejo, que siempre encuentro nuevas lecturas. Además, la nostalgia profunda que me causa, pero a la vez, la certeza y noticia que me da de un mundo invisible de completud, es algo invaluable. Ay, mi don Jorge Teillier.

 

¿La poesía que ha sido para ti?

Mi identidad, mi trabajo y mi paz.

 

¿Qué poetas te gustan de la poesía mexicana hoy?

Me considero una persona muy estudiosa de su tradición, por lo que, además de los grandes clásicos y los maestros contemporáneos, tengo la disciplina de leer a jóvenes. Por ese motivo, es decir, el conocimiento de la poesía de mi país, en contraste con la gran poesía hispanoamericana que me ha sido dado leer, mi lista mexicana es muy selecta ya: Angelina Muñiz-Huberman, Carmen Villoro, María Baranda, Jorge Fernández Granados, José Luis Rivas, y algunos jóvenes, además de poetas clásicos como Sor Juana, quien siempre me da lecciones de lenguaje, de estrategias, de sentido, Gorostiza y Paz. Me siguen interesando poetas “raros” o fuera del canon, no entiendo bajo qué criterios, si son muy buenos, que considero muy interesantes, como Jaime Reyes, Isabel Fraire, Hugo de Sanctis y Ricardo Castillo.

 

¿Un libro que nunca has podido terminar de leer?

La Biblia.

 

¿Nos podrías regalar algunos de los libros, álbumes, películas o pinturas que estos días son cruciales?

La obra completa de su gran poeta Carmen Berenguer ha sido crucial, además de que la he estudiado muy a fondo en estos días. Ha sido una lección intensiva de un lenguaje llevado al extremo a partir de una conciencia histórica de resistencia. Es una poeta absolutamente vigente y contemporánea, en pleno diálogo con la historia de su país y con el presente. En cuanto a la música, vuelvo una y otra vez a mi amor por la música medieval, barroca, de trovadores provenzales y códices musicales antiguos. Por temas de meditación y autoconciencia escucho música de cuencos tibetanos y de cuarzo, mantras, frecuencias de hertz sanadores. En cuanto al pop, me gustaba mucho, pero ya casi no lo oigo, me estresa bastante, así he de estar. Hace poco escuchamos el conmovedor concierto online que dio Fito Páez, que a mi esposo le gusta, y claro, a mí también me agrada. Pero en soledad, trabajando y descansando, escucho lo que he mencionado. No he podido ver ninguna película en este periodo. Pero he estado viendo documentales sobre los evangelios apócrifos, manuscritos antiguos, el culto a la Diosa Madre, civilizaciones antiguas y personajes femeninos históricos. En cuanto a series, recién terminé de ver la tercera temporada de West World que, puedo decirlo, es La serie gnóstica-contemporánea por excelencia, muy inquietante y perturbadora. En cuanto a entretenimiento, he visto varias veces la primera temporada de The Mandalorian, donde sale mi personaje favorito de Star Wars que mucho me ha alegrado la existencia en estos tiempos, Baby Yoda. Respecto de la pintura, ha estado muy presente la obra de Artemisia Gentileschi, y de varias iluminadoras medievales poco o nada reconocidas, pero fundamentales, como Ende y Guda de Weissfauen.

 

¿Qué viene a tu mente cuando piensas en poesía chilena?

Es una de las poesías más poderosas y fundamentales de Latinoamérica. Tiene una gran tradición que hilvana diversos discursos, estrategias y lenguajes que abarca no sólo los grandes nombres que conocemos. Estudiarla y conocerla de primera mano ha sido un gran aprendizaje y alegría para mí, me ha devuelto la fe en la poesía. Es muy diferente a la poesía mexicana, no tenemos, por ejemplo, y eso lo he pensado muchas veces, un Zurita o una Berenguer, para hablar de poetas contemporáneos, cuyo compromiso con la escritura tiene que ver no sólo con cuestiones estéticas, sino con un compromiso histórico de conciencia sumamente honesto y verdadero. Claro, la circunstancia social ha sido otra, sin embargo, esa valentía de escribir en un contexto adverso y continuar con ese discurso de resistencia, pocas veces se ve.

 

¿Cómo ha sido tu relación con la obra nerudiana?

De mucho cariño y descubrimiento por la diversidad de voces que tiene Neruda. Como muchos jóvenes, en su momento, mis primeros versos leídos y aprendidos fueron de él. A la fecha, veo algún motivo que me recuerda esos poemas, y los recito en el corazón. Hay un disco en México muy significativo, de una colección mítica editada en la UNAM llamada Voz Viva, editado en 1967, donde el autor recita una amplia selección de su obra. Escucharlo y leerlo, fue de mis primeras experiencias estéticas a partir de la obra viva de un autor. Anoto un link donde se da cuenta de esta importante grabación, http://www.cecilia.com.mx/neruda.htm

 

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