Por Rodrigo Véliz L.
Me encuentro frente a un tablero desolado, nunca me han tocado las blancas, pero sin duda tengo una partida inconclusa.
A Floridor Pérez lo conocí el año 1998, no recuerdo bien si fue en un aula de la universidad o en alguna tertulia, pero sí tengo claridad del año, pues hablamos del Mundial de Francia y de las oportunidades que tenía Chile con la dupla Salas – Zamorano, pues siempre por algún motivo terminábamos hablando de futbol.
20 años después comencé a trabajar la instalación artística “La Partida Inconclusa”, obra inspirada en el poema de Florido. Poema escrito en su tiempo de reclusión en el campo de concentración de la Isla Quiriquina a comienzos de la dictadura cívico militar chilena.
El poeta se encuentra en ese lugar jugando una partida de ajedrez, con las blancas Danilo González, Alcalde de Lota, con las negras él. La partida nunca se concluyó, pues en la séptima jugada un cabo gritó el nombre de Danilo, él se levantó y partió, pero nunca más volvió a concluir dicha partida, pues había sido condenados a la pena máxima en un Consejo de Guerra, causa Rol 1645-73, el 18 de Octubre de 1973, por presuntas infracciones a la ley 17.798 sobre Control de Armas, como autor de los delitos de organización de grupos de combate armado con bombas explosivas; fabricación, almacenamiento y transporte ilegal de explosivos y de artefactos confeccionados con los mismos; y tenencia ilegal de explosivos y bombas; todos ellos perpetrados en tiempo de guerra. Sentencia a muerte que es cumplida el día 22. El cuerpo de no fue entregado y se enterró por instrucciones de las autoridades en el Cementerio General de Concepción, sin conocimiento de sus familiares. Sólo en Julio de 1990, pudo ser ubicado y exhumado por orden del Segundo Juzgado del Crimen de Concepción.
Floridor en su poema “La Partida Inconclusa” hace memoria, se convierte en memoria, pero a la vez se comienzan a entretejer otras historias en torno al poema que lentamente se han convertido en “mitos literarios”.
Fueron meses de trabajo junto a Floridor para lograr hacer la instalación, donde mediante mail o llamadas telefónicas (por el delicado estado de salud del poeta) Pérez se encargó de derrumbar mitos en torno al poema, mitos que de alguna manera él necesitaba desenredar y aclarar antes de su partida.
El primer mito derrumbado fue el de dos poetas amigos: Jaime Quezada y Juan Cameron, que ambos decían que serían el poeta que años después le preguntan “¿y si te hubieran tocado las blancas?”. Así nace lo que ambos denominamos análisis “histórico ajedrecístico-poético”:
- Nada pudo ser “años después”…
- Jaime jamás jugó una partida de ajedrez.
- Cameron fue el único poeta y amigo que visitó a Floridor Pérez en su relegación en Combarbalá, donde jugaron varias partidas, con una variante que autor del poema en cuestión recalca: “Camerón estaba cesante después del golpe andaba vendiendo “extinguidores”, como la gente llamaba a los extintores, y le vendió tres al alcalde de ese pueblo donde viví ocho años y jamás ocurrió ni un amago de incendio. Lo declaré “El mejor vendedor del mundo”.
4) Tampoco fue la séptima jugada, sino esa partida alcanzó de 30 a 40… ¿pero ¿quién la habría seguido? La séptima es en honor de “El séptimo sello”, donde el caballero juega con La Muerte.
5) Y todavía. un asunto más, me recalca Floridor. La única vez que Jaime estuvo en su casa escuela de campo, él tenía en su “Oficina de Director”, en una tarjeta con marco y vidrio, un verso del peruano Xavier Abril:
“Si entra un burgués me dice:
poeta, su casa es pobre…”
Jaime Quezada lo contó en su “Viaje a Solentiname”, pero en su borrador sólo dice que esos versos los vio “en la casa de un poeta”. Floridor al leer el texto le reclama que debió decir en la casa de qué poeta. … A lo cual Jaime respondió: ¡Lo hago!, pero siempre que tú digas que yo fui el que te dijo ¿y si te hubieran tocado las blancas? Como él cumplió Pérez sostuvo el mito hasta sus últimos días, mito que me autorizó a rebelar:
“A mí me parece un buen cuento para un taller literario, para comentar con jóvenes ¡sin teorías! cuánto camino puede recorrer un poema en su propio viaje desde el primer borrador a su versión definitiva.
Para cuando ya no esté -lo que a mis ochenta debería ser pronto-, te heredo la autorización de usarlo “para los fines que estimes la convenientes”. Vale decir ¡pa lo que se te antoje!”
Foridor Perez Lavín
(13 de octubre de 1937 – 21 de septiembre de 2019)
LA PARTIDA INCONCLUSA
Isla Quiriquina, octubre 1973.
BLANCAS: Danilo González, Alcalde de Lota
NEGRAS: Floridor Pérez, Profesor rural de Mortandad
1.P4R P3AD
2.P4D P4D
3.CD3A PxP
4.CxP A4A
5.C3C A3C
6.C3A C2D
- …
Mientras reflexionaba su séptima jugada
un cabo gritó su nombre desde la guardia.
-¡Voy!- dijo
pasándome el pequeño ajedrez magnético.
Como no regresó en un plazo prudente
anoté, en broma: Abandona.
Solo cuando el diario EL SUR
la semana siguiente publicó en grandes letras
la noticia de su fusilamiento
en el Estadio Nacional de Concepción
comprendí toda la magnitud de su abandono.
Se había formado en las minas de carbón,
pero no fue el peón oscuro que parecía
condenado a ser, y habrá muerto
con señoríos de rey en su enroque.
Años después le cuento a un poeta.
Solo dice:
y si te hubieran tocado las blancas.