Por Ernesto González Barnert
Su poesía arranca desde la propia vida o experiencia para hacerla jirones dentro de un paisaje de corte mental o imaginativo, de temple onírico, siempre salvaje, en difícil equilibrio, brutal en sus afectos. Una obra vigorosa, hija de una escritura apasionada,
de un efusivo descontrol y violencia pop-urbana, sin perder la tradición de vista o los sentidos intuitivos y prosaicos de nuestra época y generación. Ingrid (Monterrey, 1985) ha escrito entre otros libros La Edad de los Salvajes (Editorial Montea, 2015) Jardín Botánico (Abismos Casa editorial, 2016) Nostalgia de la luz (UANL, 2016) Objetos imaginarios (Pinos Alados, 2017). Además ha sido traducida al inglés, francés, árabe y portugués.
¿Cómo llevas este período de aislamiento?
La cuarentena en México ha sido rara, muchos podemos a veces darnos el lujo de hacer home office y otras por desgracia de tener que asistir a trabajar yo me divido en ambas, días de trabajo en oficina y días de trabajo en casa, así lo requiere mi trabajo actual.
Mientras estoy en casa encerrada, me la paso leyendo, escuchando mucha música , cocinando, escribiendo y viendo películas que por supuesto meses antes no tenia la oportunidad de sentarme a ver.
¿Qué libros fueron gravitantes para llegar a ser la poeta que eres?
Comencé leyendo sonetos de Sor Juana, más tarde como parte de la tradición académica en México a Octavio Paz, a Neruda, a Sabines. Más tarde me interesé por la poesia norteamericana, los compilados de poesía de Plath, Sexton y Bishop.
Pero hubo un par de libros esenciales en este revuelo de llegar a ser poeta y lo fueron : Las flores del mal de Charles Baudelaire y Sueño de un medio día de verano de Yannis Ritsos.
¿Un texto tuyo que leerías en una sala de clases para alumnos de secundaria?
Hay un poema que me gusta mucho leer en compañía de estudiantes y jóvenes que se titula “historia de un vestido” poema que se encuentra en mi poemario Objetos imaginarios.
¿Qué verso o frase llevas como un amuleto en estos días en tu corazón, de memoria?
“No haber nacido animal es una de mis secretas nostalgias.” De Clarice Lispector
¿La poesía que ha sido para ti?
Una salida y mi doble vida. Pero sin duda me ha dado muchas alegrías.
¿Qué poetas te gustan de la poesía mexicana hoy?
Me gusta mucho la poesía de Coral Bracho, de Jorge Fernandez Granados, Gabriel Zaid, Maricela Guerrero, Iveth Luna, Pedro Serrano, Antonio León , Manuel Irisi y hay otros que seguramente olvido pero que tengo mi librero y consulto seguido para volver a leerlos.
¿Un libro que nunca has podido terminar de leer?
El Quijote y Ulises.
¿Nos podrías regalar algunos de los libros, álbumes, películas o pinturas que estos días son cruciales?
Actualmente estoy leyendo un compilado de poesia de William B. Yeats, y un libro de narrativa de Mariana Enriquez titulado “Nuestra parte de noche”
En cuanto a música estas dos semanas he estado ciclada fervientemente con el Unpplugged de Charly García ese álbum tiene el sound track de esta cuarentena, me dispuse a ver un par de películas pero una de ellas me voló la cabeza fue “ Portrait of a lady on fire”
¿Qué viene a tu mente cuando piensas en poesía chilena?
Pienso en mar , en Mistral, en tradición, paisajes y en amigos. En que Chile ha sido una máquina de poesía de alta calidad desde hace mucho tiempo y en la actualidad.
¿Cómo ha sido tu relación con la obra nerudiana?
En México nuestra relación con la poesía de Neruda es muy cercana ya que al igual que Mistral es de nuestras primeras lecturas y acercamientos a lo poético cuando se es estudiante de secundaria y de bachillerato. Mis acercamientos con su poesía fueron interesantes y muy viscerales y como Lorca lo retrataba: como un poeta más cerca de la sangre que de la tinta.
¿Quién en su juventud no dedico un poema de Neruda?
Así fue mi relacion con la poesía de Neruda en aquellos años estudiantiles siempre con ese gesto de inevitable melancolía.
