Cultura | Fundación Neruda

“La enseñanza de la poesía es fundamental para crear espacios amables de aprendizaje” Entrevista a Angela Neira

Por Ernesto González Barnert

 

Angela Neira (Tomé, 1980) es una escritora, académica y editor chilena, Directora de Ediciones Mujeres Puño y Letra y Cuarto Propio, además de integrante de Auch. Una poeta, en definitiva, activista, crítica, que viene cuestionando las viejas practicas patriarcales y abriendo surcos, para que la poesía menos visibilizada o castigada, tenga espacio y recepción, fluya. Así también nos ha legado obras que han sabido poetizar ese malestar, el status quo patriarcal, su propia ventura, no sin fuerza y garra, a la caza de la toma de decisiones significativa y urgentes por parte de las mujeres. Hablé con ella hace unas semanas atrás y ésto fue lo que nos respondió.

 

 

Angela, ¿Cuál crees es el aporte de la enseñanza de la poesía en la educación como docente que eres?

 

 

Siempre me he interesado el aporte de las escritoras a la educación, pues durante siglos se ha enseñado que las mujeres somos la inspiración de la “escritura” masculina (del canon) borrando violentamente todo archivo referido a nuestras labores creativas-intelectuales. O sea, la enseñanza de la historia/la poesía única es lo que ha provocado este silenciamiento histórico de las mujeres en todas las áreas del saber. Entonces, la enseñanza crítica de la literatura hecha por nosotras no ha sido considerada en la bibliografía de los estudios de las artes literarias ni pedagógicas (con las metodologías pertinentes).

De igual modo, las mujeres hemos sido privadas de estudiar y desarrollarnos integralmente, por eso es frecuente encontrarse con monjas escritoras/intelectuales/profesoras, pues hasta hace pocas décadas la educación era un privilegio de los hombres y la única alternativa que tuvimos para estudiar y escribir fue “enclaustrándonos”. Luego, y con todo esto, si enseñamos la poesía/narrativa de las mujeres de todas las regiones e idiomas (sospechando del lenguaje patriarcal y las trampas de las traducciones hechas por hombres) estaremos posibilitando las transformaciones necesarias para enriquecer y fortalecer la educación desde la actuancia política y situada que significa guiar/enseñar en contexto. Me parece que el aporte de la enseñanza de la poesía es fundamental para crear espacios amables de aprendizaje y ayudar al desarrollo de personas sensibles con capacidades de lectura y creación crítica. Todo esto en la medida que la literatura sea un medio/un canal crítico a las prácticas modernas/patriarcales (clasistas, religiosas, extractivistas, etc.) que sostienen y hacen prevalecer las necesidades individuales y no las colectivas.

 

 

Cuáles son los ejes o problemáticas que has buscado desarrollar en tu obra e investigación?

 

Cuando inicié mis estudios de literatura mi idea fue contribuir a la bibliografía sobre el lenguaje y las obras de las narradoras chilenas y latinoamericanas. Sin embargo, al poco tiempo sentí el hastío que me provocaba “aplicar” las herramientas del canon. Sin duda toda esa literatura oficial era insuficiente para comprender y relevar lo que me urgía estudiar. Fue entonces cuando me dediqué de manera ardua a buscar a las investigadoras feministas que podían ayudarme a leer la escritura de las mujeres desde las epistemologías feministas para dar cuenta de sus textualidades. Además, inicié la escritura en primera persona desde mi propia subjetividad para transferir con mi lenguaje todo lo que pudieran dar cuenta de “ellas desde ellas, desde nosotras”. Estudié algunos dispositivos escriturales de Diamela Eltit, María Carolina Geel, María Luisa Bombal, Gabriela Mistral, Elena Garro, Sor Juana Inés, entre otras. También ingresé en la lectura de las tragedias griegas haciendo el ejercicio de reescritura con las voces de las personajes (Antígona, Electra, Clitemnestra, Ifigenia, Eurídice, por ejemplo). De hecho, hice clases sobre estas y otras obras durante varios semestres en la universidad. Me interesaba la oralidad en la escritura, las tonalidades de la escritura griega. Siempre la lengua, el lenguaje, los sonidos, la historia de las lenguas, la escritura…

Luego, y después de diversas investigaciones ingresé a un máster en estudios de Género y transformación social. Hace quince años hacer un postgrado en “feminismos” era una ficción distópica (del griego ‘dys’/ ‘topos’. Algo así como “un mal lugar”) y al tiempo inicié estudios doctorales en Lingüística, pues quería demostrar el sexismo en el lenguaje, la filosofía del lenguaje androcéntrico, entre otros aspectos de la lengua en uso…asuntos que con o sin postgrados, pero siempre estudiando, se puede realizar.

Mi escritura está en permanente revisión y cuestionamientos sobre ‘el decir’, sobre ‘cómo decir’ lo que quiero decir intentando alejarme lo más posible de las marcas patriarcales del sistema lengua/lenguaje/expresión.

Me interesan los aportes de la escritura de las mujeres a los estudios literarios y a la comprensión del mundo (las dimensiones, pliegues y modos de hacer en primera persona). Trabajo, escribo, leo e investigo todo aquello que proponga miradas cuestionadoras para entender lo establecido/lo fijo. Hago esto porque todo lo uniforme, homogéneo, convencional me aburre muchísimo.

 

Vives en Concepción ¿Qué te parece el panorama literario de la ciudad?

 

Viajo varias veces al mes, por lo tanto no me entero sobre todo lo que sucede en Concepción.

Para responder a la pregunta con responsabilidad, quisiera referirme al trabajo de incidencia que he logrado sistematizar desde el año 2006 aprox, pues hace tiempo que puse la alerta sobre la falta de espacios de discusión entre mujeres pensantes, críticas y/o feministas en Concepción y alrededores. No me refería a las lecturas poéticas, sino a lugares para conversar sobre nuestros procesos de obra. Por eso trabajé años haciendo talleres y desde el 2015 organizo con Ediciones Mujeres Puño y Letra los ciclos de conversación sobre nuestras labores escriturales, pues siempre me ha fastidiado ver sólo lecturas, festivales y ferias del libro de hombres sobre hombres. Además, y lo peor de todo es que cuando aparecen algunas mujeres en esos círculos mesiánicos lo hacen hablando de “sus maestros poetas”, orbitándolos y sirviéndoles el agua o el vino, sin opinión ni reflexión sobre la violencia simbólica que impera en ese tipo de relaciones… en definitiva a ese panorama yo no le entro, pues no soy ni musa ni sirvienta y tampoco me interesa el poder que se pretende conseguir allí …

Entonces, como te decía, desde el 2015 propongo instancias de diálogo para conocer y reconocer el trabajo intelectual y político de las mujeres. Luego, te podría decir que el movimiento de escritoras/poetas es activo, atractivo, colaborativo y desafiante. Podría decir que es lo más interesante del “panorama” literario actual en Concepción, pues conocer a las autoras nos ha dado un respiro profundo y cuestionador respecto a las formas de hacer “literatura”

 

 

En tu mirada como poeta ¿Cómo ha sido tu relación con la poesía de Pablo Neruda?

 

No tengo relación con su poesía más allá de todo lo que tuve que estudiar en la academia (pregrado). Me quedo con 21 poemas de amor de Adrienne Rich, una analogía irónica al romántico y misógino poemario de Neruda (1924). Ah! Y también rescataría Alturas de Machu Picchu de Los Jaivas.

 

 

¿Cuál es el peor error qué puede cometer una poeta?

 

Hacer lecturas poéticas de más de 10 minutos…

 

¿Diez libros que te hayan marcado a fuego?

 

* En orden aleaorio: El lector común (Virginia Woolf), Mujeres que saben latín

(Rosario Castellanos), El cuarto mundo (Diamela Eltit), Pedro Páramo (Juan Rulfo), El segundo sexo (Simone de Beauvoir), La palabra amenazada (Ivonne Bordelois), La mujer que cayó del cielo (Victor Hugo Rascón), El burka como excusa (Wassyla Tamzali), Los excluidos (Elfriede Jelinek), La guerra no tiene nombre de mujer (Svetlana Alexievich) y todo lo de Sor Juana Inés de la Cruz.

 

¿Qué verso llevas como un mantra dentro de ti?

 

El feminismo es la idea radical que sostiene que las mujeres somos personas

(Angela Davis)

 

¿Cuál crees tú es el gran aporte de la enseñanza literaria a la crisis actual que vive el país?

 

La enseñanza de la literatura debe ser pensada con y desde las epistemologías feministas para poder entender críticamente las crisis actuales que se viven tanto en Chile como en el mundo. Ya no se puede enseñar con modelos de análisis modernos, binarios, masculinos, pues ya hemos visto que no son suficiente para mediar procesos creativos/intelectules. Esos modelos han fracasado y no podemos continuar replicándolos. Las artes que median procesos de aprendizaje son las que aportan todo lo urgente para una real transformación de paradigmas y formas de relacionarnos en contexto.

 

¿Qué poema tuyo leerías en una sala de clases hoy?

 

* les enunciaría el siguiente texto:

Mientras intentas desdibujar las cicatrices de tu lacerante país/al fondo del pabellón pedazos de carne se inventan un cuerpo.

 

Entrando a la contingencia política y social que vive Chile ¿Qué medidas concretas ayudarían al chileno o chilena desde tu mirada?

 

Seguir manifestando nuestro descontento en las calles, votar en el próximo plebiscito para cambiar la Constitución nefasta que nos rige y nos tiene en la miseria social, política, económica, sanitaria, ecológia y cultural. Informarse sobre los modos diversos de participación y perder el miedo a las transformaciones radicales.

 

 

¿Qué es lo más te gusta o menos de escribir?

 

Lo que más me gusta de escribir es la posibilidad de expresarme cuestionando el lenguaje desde el lenguaje… experimentar con el pensamiento e intentar ingresarlo a las páginas. Lo que menos me gusta es tener ideas pendientes o textos en proceso…, aunque no me desespera, ya me he relajado bastante…

 

¿Qué le dice la dramaturga a la poeta y la poeta a la dramaturga?

 

La dramaturga le dice a la poeta que no sea tan fragmentada en el decir. Y la poeta a la dramaturga que por favor le tenga paciencia.

 

¿Un libro crucial de poesía chilena que no pudiste terminar?

 

Todos los libros que me gustan los termino.

 

¿Qué poetas te llaman profundamente la atención en estos días?

 

Valeria Tentoni, Micaela Szyniak (argentinas); María Elena Cornejo (peruana, que recientemente descubrí), Inga Gaile (estona), Katlin Kaldmaa (estona), Ida Vitale (uruguaya), Blanca Andreu (española), Camila Fadda y Daniela Catrileo (chilenas)…y siempre la poesía de Anne Carson y Sylvia Plath.

 

¿Un libro que te gustaría haber escrito?

 

Las olas de Virginia Woolf

 

 

 

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